Foto de la red |
y no me ha ido mal.
Con altibajos. Como suele ser.
No sé cuánto me queda.
Tampoco me preocupa.
Sólo me inquieta el cómo,
porque el último lance
lo deseo apacible y rápido.
Sin molestar. Por eso,
quiero que, una vez me haya ido,
se bloquee el candado de los llantos
y se cierre el camino a la tristeza.
Que, en las noches en blanco,
no verdeen las lágrimas,
tan solo las precisas para un alivio urgente.
Que haga mutis la turbia duermevela,
el sueño cierre párpados
y la luz del sosiego
apague los insomnios.
Entre tanto, que afloren mis poemas
sin reservas,
que los acoja el aura de los valles
o los guarden las nubes en su añil.
Porque, naturalmente, todavía, no quiero
pasar a mejor vida.
Me conformo con la que ahora tengo.
Tampoco me preocupa.
Sólo me inquieta el cómo,
porque el último lance
lo deseo apacible y rápido.
Sin molestar. Por eso,
quiero que, una vez me haya ido,
se bloquee el candado de los llantos
y se cierre el camino a la tristeza.
Que, en las noches en blanco,
no verdeen las lágrimas,
tan solo las precisas para un alivio urgente.
Que haga mutis la turbia duermevela,
el sueño cierre párpados
y la luz del sosiego
apague los insomnios.
Entre tanto, que afloren mis poemas
sin reservas,
que los acoja el aura de los valles
o los guarden las nubes en su añil.
Porque, naturalmente, todavía, no quiero
pasar a mejor vida.
Me conformo con la que ahora tengo.
Felipe Tajafuerte.2022
Precioso, como no puede ser de otra manera. Liova😘
ResponderEliminarQué gusto volver a saber de ti, Cristina. Hace pocos días estuvimos en Cáceres y pasamos junto al portal de la casa en que viviías. Un beso.
EliminarComo siempre, me ha gustado mucho. Continúa deleitando a tus seguidores.
ResponderEliminarMientras el cuerpo y la mente aguanten.
Eliminargenial...
ResponderEliminarGracias, amigo anónimo.
Eliminar