Foto de la red |
Introduje la tarjeta en la ranura adecuada. Elegí el importe preciso y, tras unos extraños jadeos, la pantalla mostró estas escamoteadoras redondillas:
Quizás prefiera el señor
que, en lugar de calderilla,
la presente ventanilla
con cajero seductor
suelte poemas de amor.
O, ¿tal vez le gustaría
cualquier otra poesía
de arte mayor o menor?
Cien euros mucho mejor
que tamaña insensatez
-así respondí, ¡pardiez!-
al mudo interlocutor.
Felipe Tajafuerte.2022
Muy bueno Felipe¡
ResponderEliminarGrancias, Paloma. Un abrazo
EliminarQue bueno ...un abrazo
ResponderEliminarGracias, Chelo, sobre todo por el abrazo. Ahí va el mío también.
EliminarJajaja, que listo ese cajero.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, cualquier cosa menos soltar la tela. Abrazos
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