Inmóvil, tras
la agonía,
se muestra
el Cristo yacente,
con
mirada transparente
de una
vida en sintonía.
Un esbozo
en simetría.
Cálida imagen
doliente
de una
idea sugerente
con
plenitud y armonía.
Ahí, tendido
en el lecho,
inclinada
la cabeza,
hendido
el torso maltrecho,
turba la
delicadeza
de ese
silente clamor
que
aletea en derredor.
Felipe Tajafuerte. 2021