Otra semana más y seguimos quieticos en casa por si el corona virus y porque así nos lo han ordenado. Tambieén esta semana he publicado diferentes rimas hasta el jueves. El lunes un soneto, el martes unas redondillas, el miércoles serventesios, el jueves unas seguidillas (de las buenas) y el viernes, sábado y domingo me he tomado un descanso facilitando poemas de mi archivo, unos de mi libro Auras de mejana y otro inédito, un romance alejandrino, titulado El Volatín. Aquí tenéis el resumen de esta cuarta semana:
COVID 19
XXI (lunes) Soneto
Estamos sin productos necesarios
para algunos enfermos carenciales
que precisan cuidados especiales.
Todos los españoles solidarios
quieren buenos servicios sanitarios,
que se den los recursos esenciales,
se dejen las disputas doctrinales
y se liberen fondos dinerarios.
Precisamos ingentes mascarillas,
guantes en cantidad, respiradores,
EPIs para entregar sin hurtadillas,
batas o delantales protectores,
y que además se amplíen las plantillas.
Así tendremos menos sinsabores.
XXII (martes) Redondillas
En este caos mundial
nos ha tocado esta parte:
El que en tu casa quedarte
sea un asunto vital.
Durante esta cuarentena,
hay que pasarlo chipén,
jugar con el viejo tren
y hacer la clausura amena.
Aprovechar el momento
para leer lo que quieras
o cantar unas rancheras
tiene mucho fundamento.
No lo tomemos a guasa
podemos quizá aprender
a cocinar o coser
mientras estemos en casa
XXIII (miércoles) Serventesios
Hay que ver las trifulcas repugnantes
Que origina el dichoso "facebú"
Acusaciones burdas e insultantes
Para decir lo mismo: “y más tú”.
Hay muchos que se creen los mejores
o están en posesión de la verdad
y proclaman altivos, sin rubores,
que en el contrario solo hay falsedad
Nadie tiene verdades absolutas
Bueno y malo convive en los partidos.
Es bien cierto que memos e hijoputas
Están por todas partes repartidos
XXIV (jueves) Seguidillas
Nos creímos inmunes
a la pandemia
y nunca sospechamos
su virulencia.
Van pasando los días
y hay más contagios.
Cerremos las ventanas
a cal y canto.
Aquellos que fallezcan
Q.E.P.D.
¿Qué plan tendrán después
quienes se salven?
Este corona virus
abominable
va a dejar un futuro
para cagarse.
XXV (viernes) Décima
Descendimiento
Descendimiento
Nicodemo encaramado
vencido sobre el maderodescuelga al Dios verdadero
por Pilatos condenado
a morir crucificado.
María al pie de la cruz,
en amargo contraluz,
recibe al hijo querido,
muerto como un forajido,
apagada ya su luz.
¡Dios mío! Qué resplandor
ilumina al Salvador
tras la nefanda condena.
Es su faz clara y serena
un trasunto del amor.
XXVI (sábado) Romance alejandrino
El Volatín
Hay el Sábado Santo en Tudela un evento
que recuerda la muerte de un traidor infeliz.
Se trata de una fiesta única, peculiar:
La fugaz ceremonia de nuestro Volatín.
Muñeco articulado de madera, figura
de Judas redivivo, da vueltas de perfil
y termina desnudo, ante un atento público,
congregado en la plaza, acechando su fin.
Un petardo en su boca, con forma de cigarro
puro, en las narices le estalla entre cien mil
gritos estrepitosos. Los niños, y aún mayores,
compiten por balones y dulces conseguir.
Un acto suspirado con enorme alegría
por todos los que gozan del entorno infantil.
Disfrutan de la fiesta los que en la ciudad viven
y también los que llegan de uno u otro confín.
XXVII (domingo) Tercetos encadenados
Al Ángel de Tudela
Se hace el silencio. Ábrense las puertas
de la gloria pintada en la fachada.
Al Ángel llevan con manos expertas
por la gruesa maroma colocada.
Lo dejan en el sitio concertado,
sobre la Santa Virgen enlutada.
Santíguase tres veces. Azarado,
quita el velo: “Alégrate María
porque tu hijo ha resucitado”.
El sol, radiante, irrumpe en este día.
Las palomas ascienden a las nubes
y la ciudad exulta de alegría.
En las alturas, cantan los querubes.
de la gloria pintada en la fachada.
Al Ángel llevan con manos expertas
por la gruesa maroma colocada.
Lo dejan en el sitio concertado,
sobre la Santa Virgen enlutada.
Santíguase tres veces. Azarado,
quita el velo: “Alégrate María
porque tu hijo ha resucitado”.
El sol, radiante, irrumpe en este día.
Las palomas ascienden a las nubes
y la ciudad exulta de alegría.
En las alturas, cantan los querubes.
Y lo que te rondaré, morena
Me temo que como sigamos confinados te va a dar para un libro de los gordos.
ResponderEliminarSaludos
Hay tiempo pa tó, Emilio. Un abrazo y cuídate.
EliminarStay well
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