Felipe, hace tiempo pasaba de vez en cuando por tu casa y la de Trimbolera,furtivamente, de la mano de Liova. Siento que Angelines se quedara en la niebla. Tuviste la suerte de conocerla, en ese lugar por el que tantas veces he transitado. Si contactas con Liova, dile que ya no la encuentro y la echo de menos. Dile que la llave que me abrió su casa fue una mujer con gran determinación, coraje y valentía. Dale un abrazo de mi parte y recuérdale el honor que ambos tuvimos de conocer a esa mujer extraordinaria que se llamaba TERESA DÍEZ. Eres todo un poeta. Un abrazo.
Que caro te vendes. Apareces de higos a peras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya te comenté que estaba en otros menesteres. Ahora con el guarderío veraniego con nietos. Un abrazo.
EliminarLos nietos inspiran, Felipe. Se nota en tu caso.
ResponderEliminarCorto pero intenso poema.
ResponderEliminarUn abrazo Felipe.
Felipe, hace tiempo pasaba de vez en cuando por tu casa y la de Trimbolera,furtivamente, de la mano de Liova.
ResponderEliminarSiento que Angelines se quedara en la niebla. Tuviste la suerte de conocerla, en ese lugar por el que tantas veces he transitado.
Si contactas con Liova, dile que ya no la encuentro y la echo de menos. Dile que la llave que me abrió su casa fue una mujer con gran determinación, coraje y valentía. Dale un abrazo de mi parte y recuérdale el honor que ambos tuvimos de conocer a esa mujer extraordinaria que se llamaba TERESA DÍEZ.
Eres todo un poeta.
Un abrazo.