Tanto
en la procesión o en su peana,
cuando
el calor de julio reverbera,
la
emoción que produce Santa Ana
pinta
en el empedrado albahaca y cera.
Se
le aplaude en las calles y mejana
porque
es, de las abuelas, la primera.
Con
su faz de aceituna y caramelo
de
la vieja ciudad es el consuelo
Felipe Tajafuerte. 2019
De una tacada te has acordado de dos santos, el santa Ana y el de los abuelos, agradecido por la parte que me toca.
ResponderEliminarSaludos
Ha sido un placer
EliminarGenial, como siempre, viva Santa Ana!
ResponderEliminarViva!
EliminarPrecioso Felipe. Feliz verano.
ResponderEliminarGy, Rafaela
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