No hay nada nuevo bajo el sol, reitero.
Regresan las caderas obsoletas
además de los pasos bilingües del ciempiés.
Los acontecimientos se repiten
en el ocre del tiempo
cuajado de recuerdos importunos
y anhelos abrochados al trasluz.
Todo gira de nuevo
como espina dorsal de viejos ritos,
de prístinas medallas oxidadas
y baladas de noches de basalto
que cantan los estadios y sueñan las farolas.
Felipe Tajafuerte. (2016)
Lo que puede ser diferente cada vez es el enfoque de nuestra mirada y el estado de ánimo.
ResponderEliminarEl poema es estupendo. Creo que te estás superando con rapidez en el contenido y en la forma. Felicidades. Un abrazo.
Gracias, Chela, por esos ánimos que me das. Abrazos
EliminarComo te superas, Felipe , enhorabuena . Un abrazo .
ResponderEliminarTú si que eres buena amiga, Chelo. Abrazos
EliminarHay por lo menos algo nuevo bajo el sol, Felipe. Son tus poemas, cada uno superior al anterior.
ResponderEliminarSaludos sudamericanos.
Algo es algo. Gracias, Esteban. Un abrazo.
EliminarAdemás de lo dicho en los comentarios, el nombre en latín de tu poema le brinda mayor fortaleza a tu construcción bien escrita.
ResponderEliminarAbrazos, Felipe.