He pensado en los niños sin cobijo
que no tienen un mal pesebre sucio,
ni una mula, ni un buey, ni unos pastores,
ni siquiera una luz que les oriente,
que les dé su calor.
No tienen una virgen como madre,
ni un padre comprensivo.
Tampoco llegarán los Reyes Magos
que al igual que Papá Noel y Santa Claus
brillarán por su ausencia.
Seguirán con sus manos extendidas
pidiendo al mundo el pan suyo de cada
día. En estas fechas,
con algunas monedas solamente,
encontrarán la paz muchas conciencias
hasta el próximo año en Navidad.
encontrarán la paz muchas conciencias
hasta el próximo año en Navidad.
Felipe Tajafuerte. (2016)
Leo mucha segunda intención.
ResponderEliminarSaludos
Y, ¿cómo no? Un cordial saludo.
EliminarBrutalmente cierto, estimado Felipe.
ResponderEliminarAsí es, amigo Esteban. Un abrazo
EliminarAsí será otro año más, sin remedio y sin solución posible.
ResponderEliminarFeliz Navidad Felipe.
Un abrazo.
Gracias, Rafaela, igualmente te lo deseo a ti y tus familiares. Un cálido abrazo.
EliminarAño tras año seguimos igual . Feliz Navidad para ti y los tuyos. Un fuerte abrazo .
ResponderEliminar¿Y lo que te rondaré, morena! Un abrazo
Eliminar“La Navidad es la temporada para encender el fuego de la hospitalidad en el salón, y la genial llama de la caridad en el corazón“ Washington Irving
ResponderEliminarFeliz Navidad y mi cariño. Volveré en el 2017 superando este parón. Gracias por estar siempre.
Un abrazo
Gracias, Katy, sabes que el cariño es mutuo. Deseo que ese parón sea debido solamente por la pérdida del apetito para escribir. Hasta pronto. Un cálido abrazo.
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