Tras unos días de viaje, entramos en Transilvania por el impresionante desfiladero de Bicaz, entre ingentes rocas que vigilaban nuestro paso, en dirección de Tirgu Mures, lugar donde hicimos noche. De allí, por la mañana, después de la costumbrada visita para conocer la ciudad, partimos hacia Brasov. En la cercana Sighisoara hicimos un alto en el camino para pasar unas horas en el lugar donde nació y residió Vlad Dracul, conocido como Vlad el Empalador (Vlad Tepes en rumano).
Calle de Sighisoara |
Torre del reloj en Sighisoara |
Vlad Tepes |
En esta casa vivió entre 1431-1435 el príncipe rumano Vlad Dracul, hijo de Mircea el Viejo |
Poco después fuimos a comer en otro lugar emblemático, en el restaurante que dicen fue la casa donde vivió Vlad Dracul, figura en la que se basó Bram Stoker para crear el novelesco personaje de Drácula, con el que poco tiene que ver. Tuvimos tiempo suficiente para recorrer las pintorescas callejuelas y sumergirnos en su ambiente medieval. Después de una estancia sumamente agradable nos encaminamos hacia Brasov.
Vista del casco histórico de Brasov |
Ambiente de la calle Republicii de Brasov |
Castillop de Bran |
El parque del castillo |
Uno de los dormitorios |
Otra de las habitaciones |
Desde una galería del castillo |
Iglesia Negra de Brasov |
Fortaleza de Brasov |
Naturalmente, como no podía ser de otra manera, el libro que he leído, después de este viaje por Rumanía, es la dichosa novela Drácula, de Bram Stoker.
Leyendote he recordado el viaje que nosotros hicimos por esas tierras hace años y que tan olvidado lo tengo .
ResponderEliminarUn abrazo
Yo lo tenía pendiente y ya lo he cumplido. Abrazos
EliminarSencillamente alucinante Felipe.
ResponderEliminarUna parte del viaje muy interesante, pero hubo más.
EliminarQué viaje tan interesante y qué bien nos lo cuentas, Felipe. Tienes una forma de narrar que merecerías ser nombrado cronista de Tudela.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Tengo intención de mostrar alguna cosilla más de este viaje que creo puede interesar también. Abrazos
EliminarLograste hacer que yo diera un paseo encantador. Palabras e imágenes en buen acuerdo.
ResponderEliminarAbrazos.
Pues eso me produce una gran satisfacción. Un abrazo
EliminarUn viaje fascinante que, supongo, realizaría con una ristra de ajos y un crucifijo próximo a usted en todo momento, por si acaso.
ResponderEliminarUn saludo.
Y una petaca con agua bendita que, ¡oh milagro!, se convirtió en orujo de Monforte de Lemos. Saludos
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