Os muestro ahora una de esas tonterías, pavadas decimos en Tudela, que sirven de pasatiempo para ejercitar un poco la mente, pues es sabido que la estimulación cognitiva es cada vez más importante para el tratamiento contra la demencia y también para la prevención de enfermedades como el alzeimer. Se trata de un ejercicio de endecasílabos blancos. En esta ocasión quise complicar más las cosas y compuse una docena de estos versos que a la vez son una retahíla doble de números.
Ya comprendo que esto no lleva a ninguna parte, que no tiene ningún interés. Más o menos como las declaraciones de los políticos después de las elecciones. Y ahí están, como la cantada Puerta de Alcalá, dando la turrada, buscando no se sabe si los tres o los cinco pies del gato, que ambas cantidades de patas se rastrean, tratando de encontrar la recóndita piedra del inventario o el insólito nivel de bolas.
En fin, yo, para soslayar la modorra postelectoral, me he entretenido utilizando los números al principio y al final de cada verso, teniendo en cuenta las sinalefas y otras licencias métricas, además de la distribución de los acentos, completando once sílabas que mantengan algún sentido. Podéis aplicar con toda tranquilidad lo del viejo refrán: cuando el diablo no sabe qué hacer, con el rabo mata moscas. No obstante, os puedo asegurar que tiene su aquel esta pavada.
Ya comprendo que esto no lleva a ninguna parte, que no tiene ningún interés. Más o menos como las declaraciones de los políticos después de las elecciones. Y ahí están, como la cantada Puerta de Alcalá, dando la turrada, buscando no se sabe si los tres o los cinco pies del gato, que ambas cantidades de patas se rastrean, tratando de encontrar la recóndita piedra del inventario o el insólito nivel de bolas.
En fin, yo, para soslayar la modorra postelectoral, me he entretenido utilizando los números al principio y al final de cada verso, teniendo en cuenta las sinalefas y otras licencias métricas, además de la distribución de los acentos, completando once sílabas que mantengan algún sentido. Podéis aplicar con toda tranquilidad lo del viejo refrán: cuando el diablo no sabe qué hacer, con el rabo mata moscas. No obstante, os puedo asegurar que tiene su aquel esta pavada.
Sumar es fácil
1 más cero sin dudarlo es uno.
2 Sumando uno más uno son dos.
3 Si sumas al uno el dos, dan tres.
4 También dos más dos suman cuatro.
5 Cuatro más uno suman cinco.
6 es muy fácil: tres más tres son seis.
7 Si a cuatro añades tres dan siete.
8 Cuatro más cuatro suman ocho.
9 Si sumas cinco al cuatro: nueve.
10 Suma cinco más cinco: son diez.
11 Mira, seis más cinco son once.
12 Tratamos cual docena al doce.
Después de esta exhibición de facundia y verborrea con tan erudito desparrame de guarismos y de léxico, además de tan concienzuda introducción en las ciencias matemáticas, puedo asegurar que no se me ha gripado el cerebro, no me han salido ampollas en las meninges ni se me han recalentado las neuronas. Tampoco me he quedado herniado ni preñado. Así que os animo a que hagáis algún ejercicio similar a este. Intentadlo, probablemente lo lograréis con mejor fortuna que yo.
Parece chupado, pero no lo es. Personalmente ni matando moscas con el rabo, hago tal cosa, y se hacer raíces cuadradas, integrales y demás gilipolleces que no me sirven de na.
ResponderEliminarSaludos
Se ve que tú eres más de ciencias que yo porque a mí todas esas cosas se me han olvidado, seguro que es, como dices, por no usarlas. Un abrazo
EliminarPues cada uno ejercita las neuronas como quiere y puede.
ResponderEliminarMuy interesante . Un abrazo.
Es cierto, que cada uno se entretenga con lo que le apetezca. Perodna el retraso, pero se me había pasado. Cosas de la edad. Abrazos
EliminarPensar, razonar, deducir, siempre nos despabilan y a nuestra edad nos viene bien...jejej!
ResponderEliminarSaludos Felipe
Es cierto porque la innombrable anda por ahí cerca. Un saludo
Eliminar