Museo de La Dolores. Calatayud |
No te cortes un pelo. Puedes preguntar tranquilamente por esta señora porque los habitantes de la antigua Bílbilis ya no se encocoran por ello. Han comprendido que esta leyenda destaca por la magia que desprende, vibra como la jota, trasmite el morbo de una canción equívoca y proclama a los cuatros vientos el nombre de Calatayud, unido indefectiblemente al de la Dolores.
Si vas a Calatayud
pregunta por la Dolores,
que es una chica muy guapa
y amiga de hacer favores.
Esta copla que compuso un ciego agradecido a una hermosa muchacha bilbilitana que, en el Mesón de San Antón de Calatayud, se interesó amablemente por él y le entregó una inusual cantidad de dinero, fue la causa de la infamante fama de la Dolores, que así le llamaba la chica.
Mesón de la Dolores, antiguo de San Antón |
Años más tarde, en la penúltima década del siglo XIX, el escritor catalán José Feliu y Codina la escuchó cantar a otro ciego en la estación de Binéfar y vio sus posibilidades para escribir un drama de ambiente aragonés, Interpretando a su albedrío la palabra "favores", escribió la historia de una joven caritativa y honrada seducida por un guaperas. A partir de aquí la cosa vino rodada.
Portada del drama de José Feliú Codina |
El drama se estrenó con gran éxito en Madrid el 19 de marzo de 1983 y la copla se popularizó. Luego Tomás Bretón compuso una ópera basada en el mismo tema y la fama de la Dolores se propagó como el humo de las hogueras. Debido al enojo, más bien cabreo, de los habitantes de la ciudad del Jalón, su ayuntamiento quiso reparar la injusticia de su vecina y convocó un concurso de coplas populares para enaltecer la virtud de la mujer bilbilitana que, a pesar del número de las presentadas, quedó desierto. Como suele suceder, fue peor el remedio que la enfermedad y un poeta jocoso parió esta jota:
Dicen que en Calatayud
están que echan las muelas
porque no hallan un cantar
que eche al honor medias suelas.
Más tarde, el diario ABC reabrió el concurso y la jota ganadora, que tampoco arregló mucho la cosa, fue la siguiente:
La copla de la Dolores
todo el mundo la cantó
y entre tantos cantadores
ni uno solo la creyó.
Hasta aquí lo que relata el escritor tudelano José Maria Iribarren en El porqué de los dichos, extractado del extenso trabajo de 1945 del periodista aragonés Gregorio García, titulado Cómo nació la canción de la Dolores.
La novela de Feliú y Codina |
Otros cuentan que la copla la hizo un pretendiente despechado que se encaprichó de su belleza y al que Dolores le negó sus encantos. Gracias a la mala baba de este individuo, una chica guapa de buena familia tuvo que largarse lejos de su ambiente para vivir con algo de tranquilidad.
Libreto de la ópera de Tomás Bretón |
Poco tienen que ver estos dimes y diretes con la verdadera historia de La Dolores. Como sucede habitualmente, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. María de los Dolores Peinador Narvión, nació en Calatayud el 13 de mayo de 1819. Su padre fue un apuesto militar y abogado gallego y su madre pertenecía a una de las más distinguidas familias bilbilitanas. El padre fue nombrado alcalde de Daroca. Dos años después falleció en esta ciudad su esposa, dejando una cuantiosa herencia a Dolores y a sus hermanos encargándose el padre de la administración de la herencia. Contrajo éste nuevas nupcias, le nombraron alcalde de Gerona y, posteriormente, juez de Primera Instancia. Al parecer se despreocupó de los hijos de su primer matrimonio; iban pasando los años, y no les entregaba la herencia. Cuando Dolores alcanzó la flor de la vida, un militar andaluz, conocedor de la fortuna, la enamoró y se casaron en secreto. Tras pleitos y más pleitos, el militar consiguió los caudales de Dolores quien, dotada de una excepcional hermosura y una desenvoltura poco frecuente entre las mujeres de su tiempo, concitó la morbosa curiosidad de sus paisanos y fue puesta en coplas anónimas que pronto se convirtieron en uno de los principales referentes legendarios del entorno local. Más tarde, debido a la vida licenciosa del marido, al que algo acompañaría Dolores, tuvieron que ir vendiendo todos los bienes y quedaron poco menos que en la miseria, por lo que se trasladaron a Madrid huyendo del asfixiante entorno provinciano que les rodeaba. Abandonada por el ambicioso marido y con ocho hijos, tuvo que ejercer, para sacarlos adelante, ciertos menesteres que contribuyeron a acrecentar la mala reputación que arrastraba desde su ciudad natal. Tuvo una vejez penosa y murió en el verano de 1984, siendo enterrada en el cementerio de la Almudena.
La popularidad: Una marca de anís |
Lo cierto es que esta mujer, por más que fuese protagonista de hechos tan singulares, por su falta de significación histórica, hubiese pasado desapercibida y su recuerdo se hubiera diluido con el tiempo. Pero, como he dicho antes, José Feliu y Codina, a partir de una copla anónima, montó en 1892 el drama La Dolores en la que cuenta la azarosa vida de una moza honrada, honesta y piadosa que sirve en el Mesón de San Antón, a donde ha ido a parar después de ser seducida por un barbero. Dada su singular hermosura, se enamoran de ella un comerciante ricachón, un militar engreído e incluso un seminarista, sobrino de la dueña del mesón. Como en todo drama que se precie, en una disputa violenta por el amor de la joven, salen a relucir las navajas y el barbero pierde la vida a manos del seminarista.
Película protagonizada por Concha Piquer |
Con estos mimbres nació un nuevo personaje, "La Dolores", promovido por la fantasía y el arte de escritores, poetas, compositores, libretistas, cineastas y, sobre todo, amparado por la receptividad popular, alcanzó la dimensión de un mito legendario, generador de un patrimonio cultural universal de primera magnitud, auspiciado por su incorporación al mundo de la lírica.
La película de Imperio Argentina |
Además de la ópera de Tomás Bretón, compuesta a partir del texto dramático de Feliu y Codina, se han producido seis óperas más, seis piezas musicales, cinco películas, seis obras de teatro y zarzuelas y cuatro novelas.
Comedia damática |
Quizás una de las composiciones más conocidas sea el pasodoble, publicado en Argentina en 1944, Si vas a Calatayud, con letra de Salvador Valverde y música de Ramón Zarzoso. Pienso que se trata de una obra que reivindica la figura de La Dolores mejor que las malogradas coplas del ayuntamiento de su ciudad o que la del ABC de Madrid. En ella figura esta copla como refrán o estribillo:
Si vas a Calatayud
pregunta por la Dolores
que una copla la mató
de vergüenza y sinsabores...
No quiero terminar esta entrada sin facilitar un par de enlaces ilustrativos para todo el que esté interesado en ello. Se trata de la Jota de la Dolores, de la ópera de Bretón y el pasodoble Si vas a Calatayud. Deseo que los disfrutéis.
Placido Domingo y Ángel Cárdenas. Jota de La Dolores
Margarita Sánchez. Si vas a Calatayud
Bibliografía:
José María Iribarren. El porqué de los dichos.
Ayuntamiento de Calatayud. La Leyenda de "La Dolores"
Entrada relacionada: Si vas a calatayud...
Que malos son los prejuicios.
ResponderEliminarSaludos
Así es, Emilio, y lo peor es que ese provincianismo asfixiante y murmurador todavía pervive en muchos rincones de esta España nuestra. Un abrazo
EliminarQué inteesante... Un abrazo
ResponderEliminarUn vida peculiar la de la Dolores que se hubiera ido olvidando con el tiempo pero el arte lo sublima todo. Abrazos, Chelo
EliminarYa son las 02.16 horas de este día 22 y aquí me tienes preocupado por la Dolores. Bien documentado y mejor escrito me resulto entretenido.
ResponderEliminarEsa es la intención: que cuanto escribo resulte, cuando menos, entretenido. No hay que preocuparse porque la pobre falleció hace mucho tiempo.
EliminarCuriosa historia, sin duda. Gracias por mostrárnosla.
ResponderEliminarAbrazo!