Lo guardaba celosamente en el congelador. Sus páginas no tenían el calor de la pasión, sino la frialdad de los desencuentros. Solamente podía dedicar unos minutos a su lectura, y siempre en un ambiente gélido, protegido con ropas de abrigo. Una tórrida historia de amor le hizo demorarse olvidando las precauciones. Las palabras se fueron diluyendo lentamente entre sus manos formando un charco en el suelo.
Felipe Tajafuerte
2015
Merecia la pena su descongelacion, ¿ no crees?Fefa
ResponderEliminarPero no deben contener relatos tan eróticos porque se vuelven agua.
EliminarYa lo creo que merece la pena, por una alegría.
ResponderEliminarGracias, Angelines.
EliminarFelipe, yo también suelo tener problemas con tus actualizaciones, pero desde hace muchísimo tiempo. Besicos.
ResponderEliminarPues veo que en tu sidebar figura bien. Yo creo que ahora se retrasa más la actualización de las entradas. Besos
EliminarMe ha encantado, ese charco es la alegría que da la felicidad. Unos abrazos
ResponderEliminarMe alegra haber contribuido un poquito a tu felicidad. Un abrazo
EliminarMe alegra mucho ambas cosas, amiga. Un cálido abrazo.
ResponderEliminarBonito y sorprendente relato, Felipe. Has crecido y te felicito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, Paco, he crecido; sobre todo a lo ancho. Un abrazo
EliminarCuando los sentimientos de despedazan, siempre hacen agua.
ResponderEliminarNo me había dado cuenta de ese punto de vista. Siempre se aprende algo
EliminarHola, Felipe
ResponderEliminarMe da frío sólo de pensar en tener en mis manos un libro de hielo; pero en verdad, dejando el aspecto material, sí existen no solo libros de hielo, sino situaciones gélidas como cuando alguien pasa de ti como si no existieras, como cuando esa persona que tanto aprecias, no te dirige la palabra …
Feliz fin de semana
Tienes mucha razón y ello nos llevaría por otros derroteros. Esto simplemente es un ejercicio literario, un microrrelato, sin más pretensiones. Un saludo
EliminarMuy bueno, enhorabuena
ResponderEliminarfus
Gracias, Fus
EliminarNada, a mí no se me ha congelado tu blog. Creí que habría alguna entrada en el aire, pero no, se me actualiza todo bien, incluso con el cambio de dominio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ma alegra que así sea. Abrazos
Eliminar.Felipe:
ResponderEliminarTienes buen recuerdo del día que os reunísteis varios blogueros en Madrid. Mi hija se presentó con su bebé, y pienso que sería un
acontecimiento para todos.
Abrazos
Así fue, y también fue una sorpresa escuchar por boca de tu hija quién era su padre. Un fuerte abrazo
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