Digámonos adiós sin brusquedad.
Nuestros puntos de vista no convergen
desde hace un tiempo y hemos agotado
la capacidad límite del hondo
pozo de los agravios. Demos una
nueva oportunidad a la esperanza
de centrar el amor en otra diana,
sin recelos ni estúpidos rencores.
Sorbamos sin angustia el bebedizo
de amargos desencuentros ya olvidados
y, sin volver la vista atrás, ligeros,
digámonos adiós sin acritud.
Felipe Tajafuerte
2015
Una manera muy delicada y muy bonita de mandar a la otra parte de la pareja a "freir puñetas".
ResponderEliminarSaludos
Pero sin acritud. Estuve dudando con la palabra amor o empatía. Me incliné por el amor, con referencia a una pareja, en lugar de la empatía que era más generalista. Ambas son válidas, pero así dejé el poema. Saludos
EliminarMuy buen poema Felipe. ¡Que bien irían las cosas si se cumpliera lo que reza tu poesía!
ResponderEliminarY sirve para cualquier tipo de relación, aunque no se de pareja.
EliminarDecir adios sin acritud sería lo ideal, pero siempre se arrastra parte del otro para que duela. Besicos.
ResponderEliminarY si al otro le duele más que a tí, mejor que mejor. Besos
EliminarNunca es fácil despedirse así de alguien, aunque sea sin acritud
ResponderEliminarsiempre es difícil.
Saludos.
Lo que cuesta vale. Un saludo
EliminarMe gusta el poema, pero no tengo muy claro a que se refiere, pienso que "Nuestros puntos de vista no convergen" podrían ser los dos ojos bizcos que no se llevan bien.
ResponderEliminarPero lo de "digámonos adiós"... ¿será que a uno lo operan de cataratas y al otro no? Pero vaya usted a saber
Saludos
Eso, eso. Que el humor no falte. Un caluroso saludo
EliminarLa convivencia normalmente no es fácil. Hay aciertos y desaciertos. Nos fijamos más en los fallos, mirando las pequeñeces y por consiguiente la separación viene a corto plazo.
ResponderEliminarFelipe, has conseguido unos bellos versos.
Abrazo.
En ciertas ocasiones, el insomnio trae la inspiración. Un cálido abrazo
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