Anselmo, natural de Villacerca del Matojo, siempre había anhelado ser un gran
domador circense. Quiso probar con leones, con tigres, con focas o con elefantes; mas, ante
la inexistencia de esos animales en los alrededores, lo intentó con perros y
gatos, fieras mucho más cercanas. Pronto se percató de que ni canes ni mininos
estaban por la labor; acabó lleno de arañazos y con algún que otro mordisco.
Recordó a Chaplin en Candilejas y tuvo una idea genial: amaestrar pulgas, especie muy abundante en el lugar. Puso manos a la obra y convocó un casting de estos parásitos. Los insectos elegidos aprendieron con rapidez los números que exigía: piruetas, juegos de magia, malabares... y otros que asombraron a cuantos vieron sus progresos. Cambió su nombre por el del primo Antonio, emigrante en Francia, al que todos llamaban Antuán.
Su fama se extendió como el humo de las hogueras y, al fin, fue contratado por el Circo Mundial, haciendo realidad sus sueños. Durante una de sus actuaciones, las pulgas se enamoraron de una linda gatita de Angora que presenciaba el espectáculo, dieron un triple salto mortal y se perdieron en sus mechones algodonados.
Desde entonces, el Gran Antuán, actúa en solitario como si todavía estuvieran presentes… ¡Y el público sigue aplaudiendo!
Recordó a Chaplin en Candilejas y tuvo una idea genial: amaestrar pulgas, especie muy abundante en el lugar. Puso manos a la obra y convocó un casting de estos parásitos. Los insectos elegidos aprendieron con rapidez los números que exigía: piruetas, juegos de magia, malabares... y otros que asombraron a cuantos vieron sus progresos. Cambió su nombre por el del primo Antonio, emigrante en Francia, al que todos llamaban Antuán.
Su fama se extendió como el humo de las hogueras y, al fin, fue contratado por el Circo Mundial, haciendo realidad sus sueños. Durante una de sus actuaciones, las pulgas se enamoraron de una linda gatita de Angora que presenciaba el espectáculo, dieron un triple salto mortal y se perdieron en sus mechones algodonados.
Desde entonces, el Gran Antuán, actúa en solitario como si todavía estuvieran presentes… ¡Y el público sigue aplaudiendo!
Felipe Tajafuerte
2014
Tierno y bonito relato. Besicos.
ResponderEliminarMe alegra que te guste. Un beso
EliminarUn cuento para adultos y niños, entrañable y sentimental. Un abrazo
ResponderEliminarEspero que a mis nietos también les guste. Abrazos
EliminarBuen y divertido relato amigo Felipe, gracias por traernos una sonrisa
ResponderEliminarSAlud
Gracias a ti por visitarme. Un saludo
EliminarFelipe, domador de palabras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Intento dominarlas un poquito.Abrazos
EliminarAy, no hay fidelidad que cien años dure.
ResponderEliminarUn saludo.
Ya se sabe: la donna è mobile qual piuma al vento. Saludos
EliminarEntre la realidad y ficción no hay mucha distancia. Buen cuento y el personaje es entrañable. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Katy, me alegra que los hayas encontrado entrañable. Abrazos
Eliminar¿Y no le dio desde ese momento en convertirse en domador...de gatos? jajaja. Buen relato, Felipe.
ResponderEliminarLo intentó, pero lo llenaron de arañazos. Un abrazo
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