Clavado en ese madero
se encuentra el Hijo del Hombre
aunque a todos nos asombre
ese cruel humilladero
con un cínico letrero.
Refleja todo el horror
de una muerte con dolor
en que siempre reverbera
el perdón y la quimera
de este Cristo Redentor.
Felipe Tajafuerte
2015
Unos versos estupendos con carga emocional. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Ester
EliminarUna poesía llena de esperanza en el Día del Amor Fraterno. Besicos.
ResponderEliminarBesos, Angelines
EliminarFelices Pascuas de Resurrección, deseándote
ResponderEliminartoda clase de bienes.
Abrazos
Te deseo los mismo para ti y tu familia.
EliminarTras unos cuantos segundo sin saber que decir, me decido a no contar nada.
ResponderEliminarEs un poema tan hermoso que no quiero añadir nada más, pues todo esta dicho.
Un abrazo.
Me abrumas con tu comentario causado, con toda certeza, por lo bien que suenan las décimas o espìnelas. Abrazos
EliminarBuen octosílabo Felipe del cristo de Loperena, que por cierto, de donde es?
ResponderEliminarUn abrazo y feliz regreso de vacaciones
Este Cristo le fue contratado en 1959 al escultor Antonio Loperena, natural Arguedas (Navarra), afincado en nuestra ciudad, por la Cofradía del Descendimiento de Tudela, a la que pertenezco. Un abrazo
EliminarRecuerdo a Loperena tallando esta imagen (u otra muy similar) en su estudio-taller de la calle Herrerias.
ResponderEliminarUn abrazo.
En esas fechas no estaba yo en Tudela. Lo vi años más tarde en la Cofradía del Descendimiento, que es su propietaria. Un abrazo
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