viernes, 13 de marzo de 2015

Cuaderna vía


Los ejercicios que debíamos preparar para la próxima clase eran dos estrofas de alejandrinos de la llamada cuaderna vía, una modalidad poética a la que los entendidos ponen el extraño nombre de tetrástrofo monorrimo, por aquello de cuatro versos con la misma rima.

Puse manos a la obra, sin hacer caso del nombrecico de marras, eligiendo para estas composiciones un tema de plena actualidad en esos días: las inundaciones del río Ebro a su paso por nuestra ciudad que tantos quebraderos de cabeza causó durante esa semana. ¡Y lo que te rondaré, morena! 

Después de varios intentos pensé enviar estos versos que había logrado rimar con harto esfuerzo, puesto que mi caletre no da mucho más de si en estas lides:

Frustración

Después de varios días, Ebro sigue crecido.
Por las calles de nuestra ciudad ha discurrido.
Los vecinos inquietos por este sucedido
comentan entre ellos: nadie nos ha oído.
  
Se encuentran los riberos justamente indignados.
No escuchan sus protestas, están desesperados.
A su suerte se sienten del todo abandonados.
Seguimos como antaño, como siempre: frustrados.

Caí en la cuenta de que el asunto estaba ya muy manido con tanta información en los telediarios, en los periódicos, en la radio, en las redes sociales y... en las tertulias de bar. ¡Vamos, que ya estaba bien de tanta agua! Decidí cambiar de tema y, dado que, para preparar la Javierada, había tenido una copiosa cena con los componentes del grupo Tudelanos por Javier, pensé que estaría bien continuar con un almuerzo al que invitar a mis compañeros de clase. Ni corto ni perezoso les curse la siguiente:

Invitación

Para almorzar tenemos en pebre conejico,
tortilla de patatas, algún caracolico,
chorizo bien picante, salchichón curadico,
aceitunicas verdes y un queso rico, rico.

No acaba aquí la cosa: tenemos buen jamón
al cual acompañamos con tinto del porrón.
De postre leche frita, sorbete de limón,
café, copa, el puro y algún que otro bombón.
  
A gozar de estas viandas a todos invitamos.
Los que vengáis llamad con los codos. ¿Estamos?
Traed unas cervezas, porque nos olvidamos.
No tardéis, venid pronto y, juntos, almorzamos.


Habréis podido observar que, al sentirme tan generoso, añadí un tercer cuarteto por el mismo precio. Las dichosas cuadernas vías no son dignas de ninguna antología, sin embargo el ágape se las trae. Al almuerzo he invitado yo pero, desde ya, advierto a mis compañeros de clase que pagaremos todos a partes iguales, porque predicar no es dar trigo y, además, a escote no hay nada caro. 

10 comentarios:

  1. Si hay reparto de calificaciones, seguro que ta ponen buena nota, simpáticos versos que alimentan. Felicidades por culminar la javierada. Un abrazo

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    1. Han sido unos días muy agradables con unas buenas caminatas. Abrazos

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  2. Felipe ¡¡que grande eres!!.

    Saludos

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  3. La pena y la alegría, dos caras de la vida perfectamente concentradas en tus versos. Besicos.

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    1. Había que salir del paso y cumplir los objetivos aguzando la mente, aunque los resultados nos sean un dechado precisamente. Un beso.

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  4. Con una invitación así, adiós frustraciones.
    Un saludo.

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  5. Sabía que en tu blog reflejarías las in inundaciones de Tudela, pero no de esa forma tan amena y tan original.
    Abrazos

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  6. Ambas están muy bien; y de temas totalmente opuestos.
    Fíjate que echaba en falta alguna alusión tuya a las inundaciones en la zona...
    Abrazo!

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Tu comentario es bien recibido aunque sea anónimo. Muchas gracias por tu atención.

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