El
tema taurino, de unos años a esta parte, se percibe calentito y la Fiesta Nacional entró en capilla, hace ya tiempo que está de capa caída y son muy pocos los que le echan un capote. P ersonalmente, no me siento ni taurófilo ni taurófobo, más bien indiferente, vamos que el tema lo veo desde la barrera. En mi poco autorizada opinión, la "fiesta" no precisa de muchos bajonazos para doblar las manos; carece de suficiente trapío para estímular la querencia de las nuevas generaciones que en su momento dieron la espantá dedicándose al acoso y derribo y entienden por "casta" a otra muy distinta de la de los bureles que se prueba en las tientas. Los que se consideran aficionados ya pueden atarse bien los machos, estar al quite, bregarse, embraguetarse, cargar la suerte y coger el toro por los cuernos, entrando al trapo en corto y por derecho, sin escurrir el bulto; de lo contrario, con las últimas estocadas hasta la bola, recibidas en todo lo alto, debido a las decisiones de Canarias y Cataluña, les va a coger el toro, recibiendo un revolcón e incluso una cornada. Si el tiempo no lo impide y con permiso de la autoridad, a la "fiesta" le ha llegado la hora de la verdad y, aunque se crezca en el castigo, poco le resta para, en la suerte suprema, recibir la puntilla y estar para el arrastre .
Plaza de toros de Tudela |
A pesar de todo esto, si durante los festejos de la feria de Tudela estamos en la ciudad, suelo acompañar a mi mujer, que sí es aficionada. Me entretienen los comentarios, el ambiente, los pasodobles, la música de los gaiteros y la merienda. De lo que sucede en el ruedo paso olímpicamente y, a las primeras de cambio, doy un quiebro e inicio una nueva faena en la que me encanta el brindis.
Julián Marín Arnedo (1920-2000)
Julián Marín Arnedo, el león navarro |
Se codeó
con los mejores toreros del momento: Manolete, Bienvenida, Cañitas, Arruza,
Domingo Ortega, Armillita etc., en fin, con todos los grandes. Toreó también dos
temporadas en Colombia y Venezuela.
Tras
cortarse la coleta en 1953 abrió, contiguo al Hotel La Unión , un negocio de bar al que
puso por nombre La Bolera
debido a las pistas que tenía para este juego. Tuvo un gran éxito y allí recalaban
todos los artistas, toreros y amigos que
pasaban por Tudela. Había así mismo un salón de baile que frecuentábamos los jóvenes
los domingos para lo que hoy sería ligar; entonces no se salía los sábados. Se
cerró por jubilación del propietario en 1975 y hace ya muchos años que tanto La Bolera como el Hotel La Unión desaparecieron construyéndose un bloque de viviendas en el solar en el que se ubicaban.
A partir
de entonces llevó una vida de lo más apacible pero, trascurridos algunos años,
una larga enfermedad lo dejó postrado y el día nueve de diciembre del año 2000 falleció en
la residencia de ancianos de San Adrián. Fue enterrado en nuestra ciudad.
Isidro Marín Arnedo (1926-1991)
Isidro Marín Arnedo |
En noviembre de 1957, dando pruebas de una gran solidaridad, emprendió una marcha a pié desde Pamplona a Valencia pidiendo
donativos en favor de los damnificados por las graves inundaciones habidas en
esa capital.
Se retiró
en 1961, trabajó en un matadero industrial de aves en Tudela y durante algunos
años fue doblador del encierro en Pamplona donde falleció el once de diciembre de
1991.
En la actualidad, estos toreros, cuyos aniversarios de muerte se han cumplido durante este mismo mes, son prácticamente desconocidos pero, hasta hace bien poco tiempo,
en Navarra los Marín eran un referente; tanto como hoy día lo es el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza. A mi suegro todo el mundo le llamaba Marín, a pesar de ser su segundo apellido, y a mi mujer, días pasados, todavía alguien la llamó "Marina".
En mi familia, las aficiones taurinas han concluido con mi cónyuge puesto que mis hijos no las han heredado, más bien se declaran antitaurinos y su relativo parentesco con los toreros les trae sin cuidado. Por ende, de la forma que yo más disfruto de estos animales es en estofado. El rabo de toro con verduritas es un plato digno de la mesa más excelsa.
Como a ti, me gusta ver el toro en un buen plato acompañado de un buen vino, no me importa que sea de tu zona, aunque bien visto para comer ese planto tan rico hay que matar al toro, ¿no estaremos hablando de lo mismo?, son las incongruencia de la vida, queremos defender al toro de que lo maten, pero no nos importa matarlo para comérnoslo. Lo que me repatea de los llamados "animalistas" es que tengo dudas de que defiendan con la misma fuerza a las personas, niños sobre todo, que pasan hambre, que son desahuciados con sus padres, o que mueren en otros países.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día de Navidad.
En tu segundo párrafo has dado en la diana. Estoy hasta la boina de esos defensores a ultranza de los animales que no sienten la menor empatía ante sus semejantes. El caso palpable lo hemos tenido con el perro Scalibur ¿Cuantos de esos acérrimos defensores del animal hubieran estado dispuestos a cuidarlo ante el mínimo riesgo de contagiarse del ébola? y ¿¡alguno de ellos se hubiera a atrevido a cuidar de Teresa? ¡Cuanta hipocresía tenemos! Ahora, a sabiendas, utilizando los símiles taurinos, a toro pasado, quizás alguno... Un abrazo y que pases buenos días y disfrutes de los nietos.
EliminarYo, una vez al año, acompañaba a Marcos en San Lorenzo, fiesta de Huesca. No soy aficionada, me dan pena, lo paso mal, pero reconozco que sin la fiesta no existiría la raza y viven muy felices hasta que les llega la hora, que en realidad son diez minutos en los que se defienden como lo que son, bravos. Besicos.
ResponderEliminarTienen una vida placentera y una muerte cruel. Otros animales, por el contrario, tienen una mala vida privados de libertad y una muerte más plácida. Quizás el mal está en hacer de la muerte un espectáculo, pero si consideramos esto, mejor apagamos la tele y no vemos los telediarios. Un beso
EliminarQue bien documentado estas de los Marines. Dos que duermen en el mismo colchón...................Efectivamente, lo mejor de los toros: La merienda al son de los pasodobles de nuestra banda de música.
ResponderEliminarPor lo menos para los que no somos taurinos así es.
EliminarSoy antitaurina aunque normalmente no soy "anti" nada. No puedo con el sufrimiento de un ser vivo.
ResponderEliminar"La Navidad forma parte de esa niñez que conservamos en nuestro corazón, y que renovamos cada año aunque sea en secreto” Katy
Felices fiestas junto a los tuyos. Un cálido abrazo navideño para ti y los tuyos.
No sólo la sangre produce dolor, Katy, hay muchas formas de sufrimiento y la vida que llevan algunos animales es bastante menos placentera que la de los toros. Y de las mascotas también hyabría mucho que hablar. De todas formas, el espectáculo sangriento tampoco es de mi agrado.
EliminarMe ha encantado conocer la historia de toreros que llevan mi mismo apellido. Yo soy aficionada ferviente, mi padre lo era, fue crítico taurino y tenía un programa dedicado a los toros en la radio, mi marido fue un gran aficionado y de mis hijas la pequeña me sigue y vamos juntas a la plaza. Soy defensora de la Fiesta. Un abrazo
ResponderEliminarRespeto a quienes son aficionados como a los que no lo son, tan sólo pongo el pero del espectáculo de una muerte sangrienta. El sufrimiento de algunos animales que tienen una muerte más "pacífica" no parece preocupar mucho a los antitaurinos. Julián Marín fue uno de los grandes, era sobre todo un gran matador. Abrazos.
EliminarA mí nunca me gustaron los toros, era mi padre el que disfrutaba con "la fiesta", sólo por eso los veo con con otros ojos.
ResponderEliminarUn abrazo Felipe.
Cada uno tiene sus motivos, lo importante es respectar a las personas al menos tanto como a los animales, cosa que algunos parecen olvidar. Un cálido abrazo con mis mejores deseos.
EliminarInteresante entrada sobre aquellos diestros tuledanos y sobre la Fiesta Nacional y su mundo, tan particular que hasta su propia jerga tiene.
ResponderEliminarMuchas gracias por su felicitación que hago mía y extiendo a los suyos.
Feliz Navidad, amigo Felipe.
Efectivamente tiene su propia jerga de la que me he aprovechado para esta entrada. Feliz Navidad
EliminarNo me gusta nada el espectáculo montado alrededor de los toros, ni tampoco degustarlos en la mesa... Sospecho que soy antitaurina en todos los sentidos...
ResponderEliminarAbrazo!
Hay gustos para todos y para todo. Abrazos
EliminarQuerido Felipe:
ResponderEliminarNo se como entrar en el siguiente post de felicitación, así que te dejo aquí mis mejores deseos para estos días (con un poco de retraso) y para que el Nuevo Año 2015 te depare paz, amor y salud en compañia de tu familia y de los amigos que aprecias.
Un fuerte abrazo.
Amiga Chela, no habilite los comentarios en mi felicitación porque se trataba simplemente de eso, mis deseos para estos días. Gracias por los tuyo y perdona las molestias.
Eliminar¡Caramba Felipe!
ResponderEliminarTu mujer taurina y su marido...indiferente. Me lo imagino aplicado al fútbol y no me calza, porque mi esposa es capaz de preguntar a dos minutos del final del partido decisivo de un Mundial, ¿quienes juegan?
Sucede muy a menudo. Ya sabes, polos opuestos se atraen. Un abrazo
EliminarSaludos, Isidro Marin Arnedo inauguro la Plaza de Toros en Calamocha Gracias y recuerdos
ResponderEliminarhttp://recuerdosdecalamocha.blogspot.com/2020/06/plaza-de-toros-de-calamocha.html
Aunque con mucho retraso he leído tu comentario y el post al que me diriges. Desconocía totalmente que Isidro Marín había inaugurado la plaza de toros de Calamocha y que su Ayuntamiento le había concedido una medalla y puesto una placa con su nombre en dicha plaza. gracias por la información. Un cordial saludo.
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