Me solicitaron hace un par de meses para realizar el pregón del día de exaltación de La Elástica y la Boina que se celebra en Tudela el último viernes del mes de noviembre. Acepté con satisfacción pensando que no podía desairar a quienes habían reparado en mí para tal menester y puse manos a la obra.
Desde el inicio tuve claro que debiera tratarse de algo breve, descriptivo, con unas gotas de humor y de invitación a la utilización de estas prendas, así como a la participación en la fiesta.
Encontré el hilo que me condujese a este ovillo y, después de unas cuantas tachaduras, los subsiguientes cambios de métrica, de rima y otras correcciones, llegué sin más contratiempos, si no a feliz puerto, al menos al embarcadero del Ebro en Ribotas, con cuatro décimas que algunos considerarán, no sin razón, el parto de los montes. A última hora procedí a una postrera variación sustituyendo una palabra en previsión de que al acto acudieran niños, no queriendo que los padres me acusaran de incitarles a utilizar palabras malsonantes.
Llegó el día esperado, ayer por la tarde y, en la popular y castiza Plaza de San Jaime, se congregó numeroso público a pesar de la lluvia. El incombustible Pepe Alfaro hizo ante éste mi presentación. A continuación, tras advertir de que, dado que el Felipe anunciado en los carteles de los bares no aparecía, iba a realizar yo el pregón, procedí a proclamar a los cuatro vientos las cuatro espinelas cuidadosamente preparadas para este día de la exaltación de la Elástica y la boina tudelanas, aprovechando una pausa en el aguacero que estaba cayendo durante toda la jornada.
En plena "faena" (Foto de Ángel Álvaro) |
Seguidamente di lectura de nuevo al pregón, esta vez con los nervios más templados que en la Plaza, en lo que el Inurrieta del ágape tuvo parte de culpa. Los gaiteros de Tudela, Luis González "El Jabonero", pregonero del año pasado, y Jesús María Iturre "Puchero", nos hicieron pasar una velada inolvidable, en la que, sin darnos cuenta, nos dieron las dos de la mañana.
Y aquí os dejo el pregón que, a la luz de las farolas de la castiza plaza de San Jaime, ante el numeroso público, entre el que vislumbre muchas caras conocidas, despaché en apenas dos minutos porque, según Baltasar Gracián, lo bueno, si breve, dos veces bueno y aun lo malo también.
IV PREGÓN DE LA BOINA Y LA ELÁSTICA TUDELANAS
Hoy recordamos
la chaqueta tudelana,
tan vetusta y tan cercana.
Es prenda cuasi monástica,
"supercalifragielástica".
Llevémosla con amor,
con cariño, sin rubor,
sobre la camisa blanca,
reflejo del alma franca,
aunque sea negro el color.
Al mismo tiempo ensalzamos
nuestra boina tudelana,
esta enseña tan liviana
que en la cabeza llevamos.
Por eso nos congregamos
todos aquí alrededor,
con la ropa de rigor,
contentos, en compañía,
disfrutando la armonía
de un castizo buen humor.
Son atuendos soberanos
en las tardes de noviembre
e incluso las de diciembre.
Avenidos como hermanos,
foráneos y tudelanos
gocemos a discreción,
sigamos la tradición.
Continuemos festejando
y acabaremos ahogando
las penas del corazón.
Gritemos con energía:
¡vivan la boina y la elástica!,
la indumentaria fantástica
que lucimos este día.
Con desbordante alegría
la fiesta va a comenzar,
las copas vamos a alzar.
El pregón ya ha fenecido.
¡Me ca..., qué tiempo perdido!
Vámonos pronto a cenar
Felipe Tajafuerte
Noviembre 2014