En este día se cumplen cuatro años del nacimiento de esta bitácora que tantas satisfacciones me ha procurado durante este espacio de tiempo, en el que el número y la procedencia de los visitantes se ha ido incrementando hasta llegar a abrumarme. Muchos llegan silenciosos, sin dejarse ver. Otros lo hacen dejando su huella y sus comentarios, siempre amables, llenos de empatía y saturando corrección. Me siento agradecido y orgulloso de ambos. Tiempo atrás tomé la decisión de quitar la verificación de la palabra y la moderación de comentarios sin que en ningún momento haya tenido motivos para arrepentirme.
El mantenimiento y la continuidad del blog requieren dedicación y no siempre nuestro ánimo está dispuesto a ello. Me siento identificado con algunos amigos blogleros que han decidido poner un poco de calma a sus comunicaciones. También yo deseo introducir un punto de inflexión; no ver todo bajo el prisma de la publicación de un post, a pesar de no haber sido muy prolífico en ocasiones. Todo ello en aras de poder llegar al próximo año manteniendo las ilusiones remozadas.
Con osadía, pero también con afecto, dedico estos versos, paridos en un momento de insomnio, a todos los que a lo largo de estos años os habéis sentado a descansar un ratico en esta mi mejana:
Se cumplen hoy los cuatro años de vida
de este blog al que siempre habéis mostrado
una gran empatía, sumo agrado,
señales de magnífica acogida.
Sois fieles seguidores
los que de mil amores
dejáis aquí enmarcados los amables
comentarios que guía la cordura,
dais fin a la lectura
y me honráis con palabras entrañables.
Felicidades en tu cuarto aniversario, que hablando de blog eso es un siglo, que continúes que esos ánimos con los que te veo, los míos ya están empezando a fallar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tómatelo con calma, pulica sólo cuando te apetezca y no dejes la puerta cerrada. Es lo que voy a intentar yo ahora. Abrazos
EliminarMuchas felicidades Felipe, mantener un blog tantos años y publicando a menudo no es tarea fácil. Todos sabemos cómo funciona este mundo, y debes visitar a los amigos si quieres que éstos te dejen su huella en tu casa, y a veces el blog deja de ser un entretenimiento para para pasar a ser una obligación.
ResponderEliminar¡Que cumplas muchos años blogueros más!
Un abrazo.
Si se convierte en una obligación es mala cosa. Todavía no he llegado a ese punto pero quiero evitarlo. Sigo en la brecha como un divertimento. Abrazos
EliminarFelicidades Felipe, tu blog y el mío son de la misma quinta. Yo cumplí el 3 de junio también cuatro años, es un gran y maravilloso refugio para mi, cuando llego a casa no la encuentro vacía ... me espera el blog y Bolo. Te esperamos, como siempre. Besetes.
ResponderEliminarEs una actividad muy enriquecedora, aunque haya que dedicarle tiempo. Besos
EliminarFelicidades, Felipe, por ese "cumple". Y por la estupenda labor multicultural que haces. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias "profe", si lo crees así, me doy por satisfecho. Abrazos
EliminarFelipe gracias por contribuir, a que la vida sea mas placentera. Estar en la brecha, cuatro años ! JONDE ! ( Una antigua expresion tuya ). Felicidades.
ResponderEliminar¡Jonde!, es tan antigua que ya ni la recordaba. Un abrazo, amigo.
EliminarNo cierro las puertas. Me voy a tomar unas vacaciones pero haciendo tareas veraniegas para que no se me olviden las cosas al comenzar el curso. Vamos, como los chavales. Besos
ResponderEliminarHola Felipe:
ResponderEliminarFelicidades por los cuatro, de uno que ya lleva ocho y...olé.
Abrazo.
Son muy pocos los blogueros que llegan a la cifra que tú ostentas. No quiero que esta labor se convierta en una obligación sino que continúe siendo un placer que me satisfaga y poder alcanzar los años que tú llevas en la blogosfera. Un fuerte abrazo.
EliminarFelicidades y adelante¡ hasta los 100ypico mira si aun te falta
ResponderEliminarun abrazo Felipe
En ello estamos, aunque no lleguemos a tanto. Abrazos
EliminarFelicidades, llego un poco tarde, pero es que he tenido que dejar parte del cochinillo que me estaba comiendo, para poder llegar aunque solamente sea, para tomar una copita de cava, ya que de la tarta seguro que no queda nada.
ResponderEliminarSaludos
Nunca es tarde si la dicha es buena. Y bueno es que llegues aunque sea tarde. Como no queda tarta ni cava, daremos buena cuenta del chorizo acompañado de unos tinticos, uno navarro y otro del somontano, si no te parece mal. Un cordial saludo
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