Esta primera etapa es para los talludos, aunque cada vez se unen más a los que iniciamos la Javierada desde Tudela con este aperitivo. La mayoría hacen este recorrido junto con el del día siguiente.
A las tres y cuarto de la tarde, como un clavo, estoy en la puerta del Casino. Soy el primero en llegar y poco a poco lo van haciendo el resto. Las fotos de rigor para la prensa antes de partir. Lo hacemos a las cuatro menos cuarto con buena temperatura y un cielo diáfano.
Los que iniciamos el jueves la Javierada |
Ya estamos en marcha |
Al inicio del puente, tras la oración, se acaba la salida neutralizada y, con las torres de la catedral y la Magdalena a nuestras espaldas, comenzamos la verdadera andadura, amparados por el monumento al Corazón de Jesús que, desde el cerro de Santa Bárbara, con los brazos abiertos nos da su despedida.
Salimos a la carretera de Pamplona |
Carramurillo, las Norias, el Ventorrilo quedan atrás y salimos a la carretera de Pamplona; al pasar por el kilómetro diez, tengo un recuerdo para mi hermano que perdió la vida en ese punto.
El primer avituallamiento en Murillo de las Limas |
La policía foral nos facilita el acceso al despoblado de Murillo de las Limas donde nos espera nuestro primer avituallamiento. Unas pastas, café, refrescos y unos minutos de descanso nos reconfortan. Continuamos nuestro caminar por una recta que se hace interminable hasta pasar el kilómetro catorce que nos permite entrar en Arguedas.
Iniciamos el ascenso por el Estrecho |
Atravesamos el pueblo sin detenernos e iniciamos la primera gran dificultad de la Javierada: el ascenso a la ermita de Nuestra Señora del Yugo. Cinco largos, agónicos, kilómetros de subida, con un desnivel impresionante en los primeros quinientos metros: el Estrecho.
Últimas luces en el valle del Ebro |
Hago un pequeño descanso para recuperar el aliento. El paisaje es una maravilla: el cielo azul, límpido, el Moncayo con su franja nevada, la lámina del Ebro reverberando en el valle, la torre de la iglesia del pueblo emergiendo airosa tocada por las primeras sombras crepusculares...
Añadir leyenda |
Paulatinamente el grupo se va fragmentando. Cada uno sube a su aire. Arriba nos encontraremos. Los postreros rayos del sol bañan con un color rojizo los escarpes de la pequeña carretera.
Los últimos rayos solares durante la ascensión |
A dos kilómetros de nuestro destino, en lo alto, se perfila la inconfundible silueta de la ermita mientras el sol se oculta por las lomas próximas a la sierra de Codés produciendo unos reflejos plateados en los terrenos inundados por el desbordamiento del Ebro.
El sol nos ha abandonado a nuestra suerte |
¿Como puede hacerse tan largo el kilómetro de la rampa final? Jadeando por el esfuerzo, llego de los últimos al albergue pero, al volver la vista veo que todavía viene alguno detrás de mí. Son exactamente las siete y cuarto; hemos hecho el recorrido, los diecinueve kilómetros, en tres horas y media.
Las últimas rampas para llegar a la ermita |
Nuestra intendencia ha preparado el recibimiento. Embutidos, queso y un dulce de membrillo casero exquisito. Deshecho el vino y me inclino por una cerveza bien fría. Después cada mochuelo a su olivo.
El valle del Ebro en penumbra |
Algunos se quedan a dormir en el albergue y otros nos vamos a pasar la noche a nuestra casa. Por la mañana nos incorporaremos a la marcha en el punto en el que la hemos dejado.
Javierada 2014 (2/4) El Yugo/Murillo
Javierada 2014 (3/4) Murillo/Sangüesa
Javierada 2014 (4/4) Sangüesa/Javier
Buena caminada amigo Felipe, veo que tenemos cosas en comun como eso, las caminadas y el buen llantar, si señor, mientras podamos eso es lo que tenemos hacer y mientras no haya que cuidar niños (nietos) hay que aprovechar. Bonitas foto del trayecto, me hubiera gustado acompañaros.
ResponderEliminarUn abrazo y hasta los 100 y pico que sigáis así
Me hubiera gustado encontrarte caminando junto ami. Abrazos
EliminarQué día tan bonito tuvisteis, no?
ResponderEliminarAbrazo!
Durante toda la Javierada hemos disfrutado de unos días increíbles para estas fechas. Un abrazo
EliminarMe ha gustado el recorrido, al principio al volver la vista atrás desde el puente para ver las torres de la Catedral y la Magdalena, os he perdido de vista, pero he llegado antes que vosotros y sin descansar.
ResponderEliminarOs esperaba a la entrada a la ermita de Nuestra Señora del Yugo. Creo que no me he perdido.
Saludos
Si te hubiera visto, te habría invitado a una cervecica para acompañar el chorizo y el queso. Un cordial saludo
EliminarAmigo Felipe, me he dado cuenta de que tenemos la misma barriguita, no se si cervecera o no, pero tiene el mismo volumen, por eso me quedo rezagado cuando la carretera se empina.
ResponderEliminarUn abrazo y a seguir el camino.
Yo también me quedo rezagado, unas veces por sacar fotos y otras por la dichosa barriga. Abrazos
EliminarNo cabe duda que el buen tempo favorece a cualquier salida que uno se proponga; máxime tratándose de esta "peregrinación" tan larga y peculiar de San Francisco Javier. Enhorabuena por haber conseguido vuestros deseos.
ResponderEliminarAbrazos
Ha sido una Javierada perfecta, la mejor en la que he participado. Un abrazo
EliminarPero qué caminatas, me fatigo "na más veros".
ResponderEliminar¡Hala, que aproveche!
Un abrazo Felipe.
En total fueron noventa kilómetros andando. ¡Y no he perdido peso! Abrazos
Eliminar