Caminarás a mi vera, codo con codo, adecuando el ritmo de tu marcha a la cadencia de mis pasos, como una prolongación de mi persona. Unidos transitaremos por recónditas veredas donde nace y se pierde el sol. Ascenderemos laderas hacia alcores que diluyen el horizonte, y luego descenderemos hasta que la glauca lengua del río lama nuestros pies cansados. Con el relente nocturno te situarás junto a mi almohada y apacentarás, hasta el aprisco de la placidez, el hato de mis sueños inconexos, perdidos en la planicie bardenera. Tú serás mi apoyo, y yo te cuidaré como a la niña de mis ojos, aun siendo consciente de que nunca alcanzarás la notoriedad del de Ulises o Moisés. En la noche anterior a la partida, te aposentarás junto a mis objetos más imprescindibles para que, al clarear el alba, no quedes relegado en el doblez de los olvidos. Porque no quiero que ninguno de mis compañeros, al inicio de la marcha, me pregunte al verme sólo: ¿dónde está tu bastón?
Felipe Tajafuerte
2014
Una prosa muy poetica, el baston se la merece, sin él caminar por el campo se hace mas aburrido, el baston entretiene y acompaña y claro tambien ayuda y sustenta, Durante un tiempo los coleccionabamos. Un abrazo
ResponderEliminarIndudablemente es un buen compañero de viaje. Abrazos
EliminarBonita alabanza a la gayata, al menos así la llamamos en el Pirineo Aragonés.
ResponderEliminarSaludos
Aquí también se le da ese nombre en ocasiones. Un saludo
EliminarCompañero inseparable que merece ese homenaje y más.
ResponderEliminarNo esperaba el final. Un abrazo .
Es un buen compañero, sobre todo para subir las cuestas. Hay que reservar la sorpresa para el final. Abrazos
EliminarAl comienzo de esta prosa lírica, Felipe, me hice la ilusión de que por fín me llevabas de paseo... Cuando leo estas caminatas tuyas, me parece soñar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si algún día caminamos juntos será por otros vericuetos. Un fuerte abrazo
EliminarAnimo que ya os falta poco para la caminata , que bien preparada tenéis.
ResponderEliminarYa estamos, ya. Veremos cómo va este año. Un saludo
EliminarPero siempre estará ese compañero que, ante cualquier olvido, te echará una mano.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ay, Emilio, pero el bastón es muy personal, le tenemos la medida cogida. Abrazos.
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