La vio aproximarse con las enaguas
de nácar encrespadas y las blancas guedejas al viento huracanado. Fascinado,
con el ojo pegado al visor de su vieja cámara fotográfica, trató de captar el
ímpetu de su fiera belleza. Indiferente a la amenazadora cercanía, apretó el
disparador. El estallido de una gigantesca ola de espuma lo precipitó al
abismo. Instantes antes de que el agua salobre anegara sus pulmones, como un
destello del flash, su memoria se
inundó con la sonoridad de aquel nombre de mujer: Ciclogénesis Explosiva.
Felipe Tajafuerte
2014
Picasso le dijo a Dominguín, “maestro ya solo te falta morir en la plaza” a lo que el torero le respondió con otra pregunta, “¿a ti donde te gustaría morir?” – a mi pintando. Pues a mi también dijo Dominguín.
ResponderEliminarPero muchos mueren haciendo lo que les gusta, conduciendo un coche de carreras, escalando una montaña, o haciendo la mejor fotografía.
Tal y como describes esa ola no pudo resistir la tentación.
Abrazos
No sé, me da la impresión de que no hay nada por lo que merezca la pena morir. Un abrazo
EliminarPreciosa instantánea, Felipe. Un bellísimo poema que habla de una dolorosa actualidad, hija de la imprudencia. Te felicito.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Cuando veo las imágenes por TV de personas huyendo apresuradamente por su inconsciencia, me cabreo pensando en los sacrificados profesionales que tienen que arriesgar sus vidas a causa de estos imprudentes. Abrazos
Eliminar¡¡Joder con las enaguas!!, por muy bonito que fuera lo que se veía, arriesgar tanto te puede costar la vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Da la impresión de que debajo de las enaguas pueda haber algún tesoro, vista la osada imprudencia de algunas personas. Abrazos
EliminarPreciosa foto de San Sebastián, antes era una tormenta de aire huracanado con lluvia, posteriormente fue una gota fría, ahora ese raro nombre, más adelante se le añadirá el adjetivo de itinerante, pero en todos los casos es preferible que no nos visite.
ResponderEliminarMe ha gustado la descripción que has hecho de la tragedia.
Un saludo.
Sí que es un nombre un tanto extraño, ¡y explosivo! Saludos
EliminarHay bellezas que matan.
ResponderEliminarUn abrazo Felipe.
Unas más que otras, Elena. Abrazos
EliminarEstá claro que no sabemos en dónde está nuestra ola gigante !!
ResponderEliminarPor eso, cuando hay un fenómeno con eso nombre tan sonoro, hay que evitar estar en las cercanías. Un abrazo
EliminarContemplar un bello paisaje puede complicarnos. A mi me pegó por detrás una ola muy fuerte en el momento que me dí vuelta para observar el lado opuesto.
ResponderEliminarSaludos Felipe
hoy desde
http://siempreseraprimavera.blogspot.com.ar/2014/02/ajos.html
Este micro está inspirado en un hecho real. El mar se tragó a un imprudente. Un saludo
EliminarParece que tu relato no es tan ficción por las noticias que hemos oido ultimamente.
ResponderEliminarBuen relato para una buena instantanea.
Un abrazo
La instantánea sacada en San Sebastián unos días después del gran temporal, y la muerte de un imprudente haciendo fotografías, me inspiraron este micro como ejercicio de la clase de escritura creativa al que estoy asistiendo. Abrazos
EliminarSeguro que te felicitarían por tu micro. Has descrito muy bien la situación.
ResponderEliminarUn abrazo.
En clase cada uno leemos nuestros trabajos y tratamos de hacer aportaciones. La verdad es que el mío gustó; y algunos más también. Abrazos
EliminarHay pocas cosas que aíslen de la realidad que se ve que la mirada a través del visor de una cámara.
ResponderEliminarUn saludo.
Es cierto, por eso hay que extremar la precaución y no ser imprudentes. Saludos
EliminarNo sé por qué,ante estas circunstancias,siempre hay quien comete imprudencias de este tipo. A mí el mar y el agua en general me infunden mucho respeto.
ResponderEliminarMe ha gustado el tono metafórico de tu relato.
Abrazo!
Y la muerte de un imprudente haciendo fotos me inspiró este ejercicio literario. Un abrazo
EliminarCon tu permsio me lo llevo a Blogueros Mayores.
ResponderEliminarYa sabes, Chelo, que puedes hacer lo que creas más conveniente y tienes, no sólo mi permiso, sino mi agradecimiento. Un abrazo
EliminarUn micro excelente Felipe. Me ha encantado. Te estas volviendo todo un experto microrelatista. Te felicito sinceramente.
ResponderEliminarUn fuerte y calido abrazo
Siempre he sentido la calidez de tu abrazo, pero esa sensación se ha incrementado desde que nos conocimos personalmente. Un beso
EliminarBuen poema amigo Felipe e interesante aviso a imprudentes. Estoy contigo en que ciertas imprudencias gratuitas pueden costar la vida a terceras personas que tiene que arriesgarse por su temeridad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso es lo que más jode. Abrazos
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