Aburrido y cansado de sujetar el sofá para que no levantase el vuelo, me he decidido a dar un garbeo por la ciudad. Había un buen ambiente y mucha gente en la Plaza Nueva. Se estaba disputando la San Silvestre Tudelana en su XXXIII edición y, si me descuido un poco, llego al humo de las velas. Me he situado en el quiosco de la plaza dispuesto a hacer alguna fotografía. La bocacalle de la Concarera va vomitando hacia la plaza, en pequeños grupos, un rosario de participantes, que desfilan corriendo, hasta desparecer por los toriles de la Casa del Reloj, disfrazados de animales de todas las especies: ciervos, pingüinos, conejos, patos, un gallo, la pantera rosa... También desfilan ante mí soldados romanos, Obélix, bailarinas con "tutú", jugadores de los equipos del "clásico" y otros numerosos corredores equipados tanto con ropa deportiva como con cualquier otro tipo de prenda, todos ellos con el correspondiente dorsal. Los más tomándose la carrera de una forma lúdica, y unos pocos de manera más seria tratando de disputar un triunfo reservado a los más profesionales.
El público, indiferente al espíritu competitivo, lo pasa en grande animando al hijo, a la nieta, al amigo del primo o a la cuadrillica del cuñado de las vecinas. Por último, cerrando la competición, dos chicas, disfrazadas de insectos y perseguidas por el municipal en bicicleta que hace de escoba, van saludando a la concurrencia.
La San Silvestre tudelana |
Después, continúo dando un paseo por la Carrera. Unos comercios están cerrados y otros abiertos; parece ser que hay división de opiniones sobre los horarios. Se palpa un ambiente festivo en la calles propiciado por una buena temperatura. Cinco grados en Tudela, sin cierzo, se aguantan de maravilla.
Todo el personal deseando echar el mal pelo fuera, despedir los sinsabores del año que concluye, con la esperanza puesta en los días venideros. En contrapartida, en el centro de la calle, un hombre de mediana edad, arrodillado bajo un gran cartel en el que nos cuenta sus penas, pega la frente al suelo solicitando ayuda. A pesar de ser enemigo de esta parafernalia a la hora de pedir, dejo caer unas monedas en su platillo, ante la general indiferencia. Así es la injusticia de nuestros tiempos: unos instalados en la abundancia y despilfarro de esta noche y otros careciendo de lo más indispensable para la subsistencia.
Paseo por la Carrera |
Me encamino a casa dando por concluido el paseo. Se acerca la hora de la cena y debemos ser puntuales, no vayamos a tener que tomarnos las uvas al sonar las doce campanadas en las islas Canarias.
Una buena manera de prepararse para la cena, ya que no participando si viendo y disfrutando de la carrera. Un abrazo
ResponderEliminarSí, porque para correr, lo que se dice correr, no estamos ya. Abrazos
EliminarApreciado Felipe:
ResponderEliminarLos navarricos sois los mejores para organizar festejos. En muchos pueblos, durante las fiestas, se acuerdan de Tudela, cantando "Nos han dejao solos..." y al estar así, "cantáis de cualquier manera" sin faltar la alegría y el humor. Y es que no hay nada mejor como Tudela y su Mejana
Un abrazo
Creo que todo el mundo pone empeño en pasarlo lo mejor posible. En lo que si estás acertado es en eso de que algunos "cantamos de cualquier manera" y en ocasiones sí que "nos han dejau solos". Un fuerte abrazo
EliminarLos contrastes de todas las clases en estas fiestas son mucho más pronunciados. Besicos.
ResponderEliminarEs cierto, Angelines y, a pesar de que algunos parecen haber elegido la profesión de pedigüeños, aún así me dan mucha pena y respeto. Besos
EliminarCon lo que yo corrí para ver la San Silvestre Tudelana, pero no llegué a tiempo o quizá me adelanté y todos estaban aburridos esperando la carrera.
ResponderEliminarSaludos
Me da la impresión de que, en realidad, te perdiste por la zona de San Jaime tomando unos vinos y los exquisitos pinchos que sirven allí. ¡Si es que siempre vas a los mismos lugares...! Es como cuando yo me perdía por el tubo siguiendo el olor de los bocatas de calamares. Un saludo muy afectuoso.
EliminarQue las alegrías sean mucho mayores que los sinsabores en este 2014 que acaba de comenzar.
ResponderEliminarFeliz año.
Amén, Cayetano, amén. Para ti también feliz año.
EliminarEstán de moda esas carreras en las que más que correr la gente se divierte. Aquí en Valencia, se ha hecho tan multitudinaria que este año han tenido que ampliar la distancia, creo que de 5 a 6 kilómetros para impedir que la cabeza alcanzara la cola, que aún no había salido, de la salida-meta.
ResponderEliminarUn abrazo.
También aquí participan muchos, sin llegar a esos extremos. Y, lo que dices, la gente se lo toma de forma muy lúdica. Abrazos
EliminarLas San Silvestre son siempre muy divertidas.
ResponderEliminarFeliz 2014!
Cosa que no viene nada mal en estos tiempos. Feliz año.
EliminarBonita despedida del año, Felipe, y como siempre con el desparpajo de tu pluma y la calidad de tus fotografías.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Había que abrir un poco el apetito y preparar el camino para la cena que se esperaba. Felices Reyes desde mi mejana
EliminarFelices reyes y año
ResponderEliminarIgualmente, Lola. Un saludo
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