Hace ya unos días que finalicé la lectura de la última entrega de la trilogía de los Banu Qasi. La verdad es que desde el inicio me vi subyugado de nuevo con las venturas, en este caso las desventuras de la familia muladí del la ribera del Ebro. En Banu Qasi La hora del Califa Carlos Aurensanz nos narra magistralmente la decadencia del clan de los Qasi que defiende con uñas y dientes, como gato panza arriba, su más preciado tesoro, la ciudad de Tudela, de los envites de Sancho Garcés I, el rey de Pamplona, asociado con Ordoño II, el monarca de León.
Pero sobre todo, en esta última novela, nos narra la irrupción en la ciudad de Córdoba del joven Abd Al Rahman III, un emir excepcional, que logra doblegar y unir a todos los musulmanes, y convertir esa ciudad en la más importante de occidente. A su regreso de la a'saifa en la que ha hecho huir a Sancho y ha arrasado Pamplona, se lleva consigo a Musa, último caudillo de los Banu Qasi, tras dejar al mando de la ciudad de Tudela a los rivales más encarnizados del clan.
Toda la historia se sitúa en los albores del siglo X en que la Península se encuentra dividida entre los reinos cristianos del norte y el emirato de Córdoba en el sur. La novela mantiene el rigor histórico característico de Carlos Aurensanz y en ella se utilizan los documentos para construir un relato que nos transporta a otras épocas, manteniendo el interés del lector del principio al fin.
Tiene su lectura una ligera dificultad causada por los nombres árabes de los personajes, tan semejantes entre sí, pero su situación en el tiempo y lugar los hace reconocibles. El uso de la toponimia árabe no causa mayores problemas ya que son fácilmente identificables. Nombres como Qurtuba (Córdoba), Saraqusta (Zaragoza), Malaqa (Málaga), Tutila (Tudela), Bambaluna (Pamplona), Ishbiliya (Sevilla) o Tulaytula (Toledo) no ofrecen mayores dificultades una vez asentado en la lectura. Al leer Uadi al Kabir, Uadi Anna, Uadi Ibru, Uadi Duwiru o Uadi Tadjo, por ejemplo, todos reconocemos los ríos de que se trata. No obstante, además de una extensa bibliografía, incluye un glosario de palabras árabes, otro glosario toponímico y un Dramatis personae que resuelven cualquier duda que se pueda suscitar.
A lo largo de las tres partes de que consta la trilogía hemos ido asistiendo a la transformación de las alianzas de las diversas familias y reinos. Cómo la religión y la política han ido arrinconando los lazos de sangre hasta hacerlos inútiles, haciendo que los familiares se enfrenten entre sí. Sancho Garcés I no duda en combatir encarnizadamente a sus parientes los Banu Qasi, y Abd al Rahman III, nieto de Onneca, cuya hija Toda es la esposa de Sancho, no tiene ningún escrúpulo en en arrasar su reino. Los dos en nombre de sus respectivos Dioses. Son muy significativas las palabras que Onneca Fortúnez dirige a la reina Toda Aznárez, esposa de Sancho Garcés I, con motivo del inminente cerco de Pamplona por su nieto Abd al Rahman III:
"Piénsalo, Toda. Cuando yo nací vivía aún mi bisabuelo, Enneco Arista, cuya sangre corre por tus venas, ¡y por las de tu esposo Sancho! Su madre llevaba mi mismo nombre, Onneca, y tras la muerte de su esposo casó con el caudillo muladí del Ebro, Musa ibn Fortún. Su hijo, Musa ibn Musa, era hermano de Enneco Arista y juntos lucharon contra nuestros enemigos comunes. ¿Lo comprendes, Toda? Enneco luchaba por su fe, Musa por la suya, pero el lazo de sangre demostró ser más fuerte que el del credo. Juntos , hombro con hombro, supieron defender a sus pueblos de la ambición de los francos y de la prepotencia de Qurtuba, y a su cooperación debe Sancho el trono que ocupa. ¿Por qué no podría volver a ser de la misma manera? ¿Por qué no acabar con la lucha que se prolonga desde hace diez generaciones?"
He comprobado fehacientemente que el autor, da cumplida respuesta a todas y cada una de las cuestiones que planteó en la presentación de la obra a la que, en su momento asistí: la relación que unía a la reina Toda con el Califa, el por qué un hombre rubio con sangre vascona llegó a gobernar Al Ándalus, cual fue el motivo por el que Abderramán III sucedió en el trono a su abuelo, o que solamente Lucena surtía de eunucos a los harenes y la causa por la que numerosos emires tenían la condición de sietemesinos.
Carlos Aurensanz firmando mi ejemplar |
Recomiendo encarecidamente su lectura a los amantes de la novela histórica, a pesar de que el género está lo suficientemente saturado, porque relata hechos de una época fascinante y porque estoy seguro de que disfrutarán y no se verán defraudados.
Me gusta leer los libros que son historia novelada, pero llevo un retraso enorme, dos libros empezados y el ordenador se lleva el tiempo y dedicación que se merecen. Un abrazo
ResponderEliminarSi te gusta la historia novelada o novela histórica, no sé cómo clasificarla, esta trilogía te satisfará plenamente. Es muy fiel a la historia y está muy documentada y, sin embargo, también tiene su parte de ficción. Verdaderamente atractiva. Un abrazo
EliminarSalvando las distancias regionales, hace unos días, gracias al club de lectura, tuve que leer y comentar el libro titulado "el perfume de bergamota del médico granadino Gastón Morata, la historia se desarrolla en el siglo XV durante el reino nazarita de Granada con las luchas internas familiares de como Yusuf II hijo de Muhammad V (construyó el Palacio de los Leones), es asesinado por uno de sus hijos para hacerse con el poder, y no cuento más por si estás interesado en leerlo, es de fácil e intrigante lectura.
ResponderEliminarSaludos
Tomo nota de él ya que, de vez en cuando, leo algo de novela histórica. En estos momentos estoy con la estrella del año, Dolores Redondo, y su segunda parte de la trilogía del Baztán, de la que haré una nueva reseña al finalizarla. Novela negra para variar un poco. Un saludo
EliminarTe propongo que lo publiques también en "Leo y Comento": http://nechester-leoycomento.blogspot.com.es/. Nuestra amiga Chelo de la Torre te lo agradecerá, pues bien merece la pena la divulgación de esta reseña.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso ya está hecho, Paco, es más, lo tenía preparado hace tiempo pero he esperado a publicarlo en ese blog, guardando el turno correspondiente, y así hacerlo a la vez en los dos. Un fuerte abrazo
EliminarTomo nota Felipe, la novela histórica me apasiona, es una manera de conocer hechos reales de una forma amena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si te gusta la novela histórica, esta trilogía no te la puedes perder. Abrazos
EliminarMe gusta que las novelas, aunque tengan su parte de ficción, no abandonen el rigor histórico. No te pierdes una amigo!!! Haces bien. Besos mil.
ResponderEliminarCarlos Aurensanz ha documentado muy bien esta obra. Hay que mantenerse activo. Besos
EliminarTus recomendaciones en cuestión de lectura siempre son a tener en cuenta amigo Felipe y, en este caso visto la reseña sería muy interesante leer novela histórica, algo que a mí siempre me ha gustado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Te digo lo mismo que a Elena: si te gusta la novela histórica, ésta no te la puedes perder porque, además, transcurre en una época fascinante. Un fuerte abrazo
EliminarGracias, Felipe Tajafuerte, me alegra mucho que también hayas disfrutado con esta última parte de la trilogía
ResponderEliminarGracias a ti por esas buenas horas de lectura.
EliminarAunque no soy muy partidario de la novela histórica, me ha picado la curiosidad.
ResponderEliminar"El emir permaneció en pie en medio del silencio, roto tan solo por el silbido del viento entre las ramas y los chillidos de las rapaces que sobrevolaban los cortados, hasta que volvió la mirada hacia su hijo y, con un gesto, le pidió que se acercara. —Recuerda mientras vivas este momento, Al Hakam. El camino para llegar..."
Saludos
Creo recordar que ese texto es casi el final de la trilogía, tras la conquista de Bobastro. Saraqusta es una de las ciudades principales donde se desarrollan acciones importantes de los últimos Banu Qasi. Un saludo
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