Cada vez que me acerco a Cáceres, procuro darme un paseo por sus arterias más significativas y en particular por su casco monumental, cuyas calles, plazas y rincones tienen un encanto especial que cautiva a todos los visitantes, tanto a los ocasionales como a los habituales. Yo me voy convirtiendo paulatinamente en uno de estos últimos.
A los pocos días de llegar, estuvimos tomando un aperitivo con Liova, nuestra amiga bloguera "extremaña", en una cervecería , situada en la Avenida de España, en la que solemos juntarnos en estas ocasiones. Casi todos los cacereños llaman a este lugar Cánovas por el bonito paseo que lleva ese nombre, situado como mediana de la citada avenida, centro neurálgico y nexo de unión entre la zona moderna y la monumental.
Días más tarde, aprovechando que mi mujer había ido a la peluquería, me dispuse a disfrutar de un paseo pateando el centro de la ciudad. Aparqué el coche en una placeta cercana a la Audiencia Provincial, y por la calle Sande entré en la Plaza de Santiago.
Iglesia de Santiago |
La gran mole de la iglesia del mismo nombre me volvió a impresionar como en otras ocasiones. Es de estilo renacentista con detalles románicos y góticos. Está enmarcada en el exterior por contrafuertes cuadrangulares sostenidos por pilastras cilíndricas. La puerta estaba abierta y me colé al interior. Destaca el retablo central, obra inconclusa de Berruguete y que terminó su taller. Llamaron mi atención los soportes de los dos púlpitos con figuras de un ángel en uno y un demonio en el otro.
Cuesta del Maestre |
Plaza del Socorro |
Por la Cuesta del Maestre llegué a la plaza del Socorro, donde se ubica el portal de Coria, custodiado por la Torre de Espadero, y de aquí penetré en el recinto monumental. Con la escusa de coger un plano de la zona, entré en el Palacio de Carvajal, no sin antes contemplar su espléndida torre circular, y saqué unas instantáneas del patio interior.
Palacio de Carvajal |
Patio interior de Palacio de Carvajal |
Deseché visitar la concatedral de Santa María, dejando para otra ocasión el verla detenidamente. Dirigí mis pasos hacia el Arco de la Estrella y entregué unas monedas a un par de músicos callejeros que allí estaban amenizando la mañana.
Música para alegrar la mañana |
Adarve de la Estrella |
Continué por el adarve de la Estrella y de éste al de Santa Ana. Hice unas fotos a la imagen pétrea de nuestra patrona que se encuentra sobre el Arco del mismo nombre, para incorporarlas a mi colección.
El Arco de Santa Ana a la izquierda |
La soleada Plaza Mayor, semi desierta |
Descendí a la plaza Mayor y de allí, por la calle Pintores, caminé hasta la Plaza de San Juan, donde una broncínea vendedora de periódicos me mostraba uno de ese mismo metal.
Vendedora de noticias |
De allí a Cánovas hay un paso. Al final de este paseo, junto a la estatua de Gabriel y Galán, un músico interpretaba, con guitarra y armónica, canciones de Joaquín Sabina. Dí satisfacción a mi afición fotográfica y, cuando se preguntaba quién le había robado el mes de abril, deposité mi donativo en su cestillo.
Monumento a Gabriel y Galán en el Paseo de Cánovas |
- El reportaje bien vale un billetito -me dijo con desparpajo al ver que lo que había dejado caer era una moneda de un euro-. Os veo a todos muy secos hoy.
- Si es de cincuenta mejor que de cinco, ¿no? -respondí sonriendo- No me alcanzaría con la pensión si os doy un euro cada día a todos los que pululáis por aquí.
Lo dejé enseñando a un niño su guitarra y retrocedí para recoger mi vehículo. Antes pasé por la Plaza de la Concepción para retratar a un par de figuras inmóviles en posición de bailar la jota extremeña.
La jota extremeña |
Muy cerca, unos obreros, provistos de los correspondientes arneses, reparaban el tejado de la iglesia de Santo Domingo.
Mientras yo paseo, otros trabajan |
Cerca de la plaza de toros está la avenida de las Lavanderas y, como el día iba de fotografías, entre otras, de estatuas, imágenes, esculturas etc. volví a enfocar la cámara sobre la efigie de estas profesionales del jabón y la tabla, ya desaparecidas.
Homenaje a las lavanderas |
Dí por finalizado mi paseo porque mi mujer, con toda seguridad, habría terminado ya su acicalamiento en la peluquería. Cuando llegué a casa con el pan recién comprado, me estaba esperando para que cumpliese con una de mis ocupaciones y pusiese la mesa antes de pasar a recoger de la guardería a nuestros nietos.
Un bonito recorrido y estupendas fotos, como siempre, me has dejado pensativa con el demonio soportando el púlpito, creo que en Arequipa, Perú, también hay en una iglesia un demonio bajo el púlpito. Pero bueno me vuelvo a ver las fotos... Un abrazo
ResponderEliminarYo creo que es la figura de un demonio lo que sostiene el púlpito del lado del evangelio, aunque puedo estar equivocado. Un abrazo, Ester.
EliminarAtravesar la Puerta de la Estrella y desaparecer por las callejuelas del casco antiguo te transporta inevitablemente a tiempos muy remotos. Si no fuera por los cables, las señales y algún que otro coche pensaríamos que estábamos en el siglo XVII. Las meadas dan lo mismo, también se aliviaba la gente en la calle en aquellos tiempos.
ResponderEliminarUn saludo.
Si he de ser sincero, yo no aprecié esa suciedad en las calles de la ciudad monumental, quizá era una hora temprana de la mañana. Saludos
EliminarComo dice Cayetano cruzar el arco de la Estrella es como entrar en un túnel del tiempo. Un saludo.
ResponderEliminarParece mentira que sea un casco histórico monumental tan vivo. Saludos
EliminarCáceres es una de nuestras maravillas artísticas y, como bien se dice arriba, un extraordinario túnel para viajar en el tiempo.
ResponderEliminarQue dure mucho tiempo así.
Saludos, Felipe.
La ciudad monumental es algo único. Un saludo
EliminarCáceres es una preciosa ciudad, quizás poco conocida. La visité ya hace algunos años camino de Lisboa en coche y me encantó, tiene un algo especial, se respira la historia por cada una de sus calles.
ResponderEliminarUn saludo desde Reinado de Carlos II
Para mí era una perfecta desconocida hasta hace unos años. Cuando conocí Extremadura quedé sorprendido y prendado de las belleza que encierra. Saludos y bienvenido
EliminarPareciera como que hubieras excavado un túnel entre Tudela y Cáceres. Sé que no es terráqueo, pero sí sanguíneo. Me encanta leer tus relatos viajeros, y dile a mi prima que existo y que la sigo amando.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Más bien es un cordón umbilical. Se lo diré a la "extremaña" y, si quieres, un día quedamos los tres, tu y yo acompañados, claro. Abrazos
EliminarUn viaje a Extremadura me lo estoy replanteando de nuevo.
ResponderEliminarSaludos
No lo dudes, Emilio, seguro que disfrutarías mucho. Hay cantidad de cosas para ver, y se come de cine. Un abrazo
EliminarAcabo de llegar de pasar unos dias en la Ria de Arosa y me ha vendio muy bien el paseo por la ciudad.
ResponderEliminarUn abrazo
De buen sitio vienes. Me figuro que le habréis dado buen tute al Albariño y a la "cascarulla" y por eso te ha sentado bien el paseo. Un cálido abrazo
EliminarPrecioso paseo, de Extremadura sólo conozco Badajoz, habrá que volver y visitar Cáceres.
ResponderEliminarUn abrazo Felipe.
Badajoz capital no es de lo que más me gusta, a pesar de su plaza alta. Te falta de conocer ciudades como Mérida, Olivenza, Zafra, Trujillo, Cáceres, Plasencia y algunas más que son verdaderamente espectaculares. Córdoba no cae tan lejos. Abrazos
EliminarCáceres tiene rincones espectaculares. Siempre un placer recorrerla.
ResponderEliminarUn abrazo
Así es, Katy, y yo que ahora voy con cierta regularidad me gusta darme un paseo especialmente por la ciudad monumental. Abrazos
Eliminar¡Qué grato es saber que se acuerdan de una!!!!!! Gracias Felipe y Pili por vuestro cariño cuando venís a estos Cáceres!!!! Siempre me hacéis una llamada y yo acudo rauda a tomarnos ese aperitivo que tanto me gusta!!!! La próxima... paseo por la parte vieja de este bello Cáceres... seguro que me enseñas rincones y una visión distinta a como lo veo yo.
ResponderEliminarGracias por tu mención de esta "extremaña" que os aprecia de verdad!!!!!
Seguimos en la tarea!!!! Besos amigo.
Pd. Me hizo gracia la foto del violinista (la 7ª) está mal, muy mal decirlo... pero creo que no toca el violín... lo aporreaaaaaaaaaaaaa!!!!
Bienvenida de nuevo a casa después de tan largo periodo de inactividad. El violinista se defendía, no con el violín, sino de él. Para la primavera creo que nos volveremos a ver. Besos
EliminarHola Felipe. Hará dentro de poquito un año que estuve en Cáceres durante unas pocas horas (cosas de los viajes programados). Me alegro que con tus comentarios y fotos me hayas recordado algunos de los pocos sitios que ví. Espero, mejor decir deseo, volver. Un saludo desde Gran Canaria, Ángel
ResponderEliminarEs lo que tienen los viajes programados, que no puedes estar todo lo que quisieras en algunos lugares y en otros tienes que detenerte más de lo deseado. Querer es poder, casi siempre. Saludos
EliminarMe ha gustado el recorrido. Tengo familia en Cáceres, en la actualidad dos primos hermanos y sin embargo no he estado nunca en la ciudad. Todavía espero poder acercarme hasta allí.
ResponderEliminarSaludos
Pues te lo recomiendo, Emilio, te verás gratamente sorprendido. Un saludo
EliminarNo he llegado a estar en Cáceres. Pero hicimos una visita programada a Trujillo. Fue muy entretenida, y pude realizar un video.
ResponderEliminarAbrazos
Trujillo está muy bien, pero la ciudad monumental de Cáceres es algo único y sorprendente. Un abrazo
EliminarCáceres sigue siendo una asignatura pendiente... A ver cuándo puedo hacer una escapadita.
ResponderEliminar¡Ole esos abuelos y su labor!
Abrazo!
Bueno, pues no está tan lejos de Madrid y creo que merece la pena. Quizá cuando Antoñito crezca un poco más... Un abrazo
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