La tarde-noche del viernes pasado asistí, en el cine Moncayo de Tudela, a la presentación de la Filmoteca de Navarra, efectuada por Alberto Cañada y Silvia Casagrande, representantes de ese organismo de nuestra Comunidad Foral.
La finalidad de este acto, según sus propias manifestaciones, es la de estimular a aquellos que posean cualquier tipo de película, bien sean de reportajes o de eventos familiares, rodadas esencialmente en super8, a ceder esas filmaciones al archivo navarro con la finalidad de que no desaparezcan. Han habilitado al Cine Club Muskaria para recoger todas esas cintas en Tudela con el fin de no tener que desplazarse a Pamplona para ello.
Una vez recibidas las películas, y arreglados los desperfectos que sufran, serán digitalizadas para su uso en la filmoteca, y archivadas convenientemente para su idónea conservación. A los titulares se les facilitará un DVD de la copia digitalizada para su uso particular.
Comienzo de la presentación |
Después de la exposición mencionada, se ha pasado a visionar obras cedidas por aficionados de la zona. Entre ellas las de los tudelanos Alfonso Verdoy Blanco y Jesús María Baztán Bordonaba. Con ambos mantengo cierta relación y buena sintonía. Alfonso Verdoy y su esposa son buenos vecinos de mi hijo y muestran una gran complacencia ante mis nietas Leyre y Nerea. Para mí eso es ya una razón poderosísima para acompañarle en este acto, de la misma manera que asistí a la presentación de su libro Frente al espejo.
Con Jesús María Baztán mi relación es algo más estrecha. Él y su esposa Conchita han compartido con nosotros varios viajes, siendo unos muy buenos acompañantes con cuyo trato disfrutamos. Además, ambos tenemos la misma pasión por la fotografía, y ambos compartimos el empeño de buscar, en cualquier lugar en que nos encontremos, las imágenes de nuestra patrona Santa Ana para atraparlas en nuestras cámaras. Conchita me ha facilitado, en varias ocasiones, datos históricos y artísticos que yo he utilizado en mis entradas.
La película de Alfonso Verdoy, rodada en 1986 con actores tudelanos aficionados al teatro, titulada Por encima del odio, narra una historia muy de actualidad en aquella época: la perpetración, por parte de un comando terrorista, del asesinato del alcalde de la ciudad, además del de un ciudadano que se interpone en su huida. En este hecho se ve involucrado un cura que, intuyéndolo previamente, y siendo testigo del atentado, elude dar información a la Guardia Civil, imbuido de un celo evangélico que admira al propio obispo. El sacerdote termina asesinando también por el terrorista más sanguinario del grupo, lo que acaba minando la unidad del comando. ¿Una velada crítica a la actitud ambigua de la Iglesia frente a hechos de este calibre? El filme, con guión del propio Verdoy, es entretenido, su argumento creíble, y tiene la virtud adicional de que los actores, que compartían butaca con nosotros, son sobradamente conocidos, y alguno de ellos compañero de una u otra actividad.
Alfonso Verdoy y Jesús María Baztán |
La cinta de Jesús María Baztán, rodada en los años setenta, es un reportaje exhaustivo sobre nuestras fiestas durante esos años. Contemplamos, en primer lugar, el lanzamiento del chupinazo iniciador de las fiestas en la Plaza Vieja, desde el balcón del Ayuntamiento, con las inscripciones alusivas a Franco, Mola y Cristo Rey, siendo alcalde Rafael Añón. Constatamos que la actual vestimenta blanca y roja no era la habitual en las fiestas de aquella época. Vemos recién nacidas la gigantada, la ofrenda floral, los dantzaris y una procesión de Santiago todavía más peculiar que la de ahora. Casi podemos oler los "altos hornos" de los almuerzos de la calle San Julián. Comprobamos que el balcón de la Casa del Reloj estuvo adornado en años sucesivos con los colores de Navarra y de España en lugar de los actuales de la ciudad. El reportaje es curioso y simpático, el sonido un tanto defectuoso en algunas partes, pero la música es muy adecuada y fiel a los años en los que se desarrolla. Volvió a conmoverme aquel lejano Libertad sin ira, de Jarcha.
Finaliza la velada |
Terminó la exhibición con unos cortos, muy cortos, de la riada y la feria de ganado de Tudela de 1934, procesos de fabricación del azúcar en la Azucarera de Tudela en el año 1935, Cintruénigo en 1945, las fiestas de Castejón de 1972 y por último las fiestas de Tudela del año 1931. No puedo decir los nombres de los autores de estos cortos porque no nos fueron facilitados. Fue una velada verdaderamente entrañable que alimentó nuestra nostalgia.
Quiero dar las más expresivas gracias a Alfonso Verdoy y a Jesús María Baztán por los momentos tan agradables que nos han proporcionado al darnos a conocer estas que pueden ser clasificadas, ¿por qué no?, tal como me comentó uno de los actores en el ambigú, como verdaderas "opera prima".
Una iniciativa muy interesante la de la Filmoteca de Navarra, para conservar ese acerbo tradicional y cultural de Tudela.
ResponderEliminarSaludos, Felipe.
No sólo de Tudela, sino de toda Navarra. A mí me parece muy cimportante para conocer costumbres, modo de vestir, diversiones etc. de tiempos pasados. Un saludo
EliminarSon tesoros que gusta recordar y sobre todo hacer todo lo que se pueda para que no se pierdan.
ResponderEliminarAl cabo de los años es interesante ver cómo sucedían las cosas. Un saludo
EliminarIniciativas como esa se está haciendo en toda Andalucía, no solo de pequeños o minúsculas cintas de superocho, también todo en cuanto a fotos antiguas; un modo de no olvidar costumbres y hechos del lugar.
ResponderEliminarSaludos
Bienvenidas sean todas estas iniciativas porque vamos pasando a digitalizar todo sin saber la duración que van a tener esos soportes y tiramos los originales. Un saludo
EliminarObservo que te lo pasaste muy bien, es muy interesante ya que se recuerdan acontecimientos, costumbres, vestimentas...
ResponderEliminarEn Faceboook, se encuentra el anuncio de la programación.
Un saludo
Fue muy interesante. Vimos algunas cosas que recordábamos de nuestra infancia y alguna otra que nunca conocimos. Saludos
EliminarHola Felipe. Un saludo afectuoso como siempre desde mi Gran Canaria que hago extensivo para quienes te leen. Un abrazo, Ángel
ResponderEliminarCorrespondo a ese saludo con mi mayor afecto. Abrazos
EliminarCreo que es una maravillosa iniciativa, a la que espero que se sumen todos aquellos que tengan algo que aportar, pues los soportes antiguos acabarán por exterminarse en sí mismos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esos soportes bien conservados en los lugares adecuados pueden dar mucho de sí. Cuando investigaba mis apellidos, en los archivos eclesiásticos de Tudela, trabajé con copias microfilmadas, nunca con los libros originales. Sin embargo en el Burgo de Osma manejé libros de hace quinientos años y es una pena porque, aunque se traten bien, siempre pierden algo en cada consulta. Abrazos
EliminarMuy buena iniciativa la de intentar que no se pierdan documentos grabados en otras épocas.
ResponderEliminarUn saludo.
Sería de desear el que se hiciese en toda España, no solo en algunas comunidades. Saludos
EliminarBuena iniciativa que por aquí también puso en marcha la Generalidad Valenciana hace tiempo. Es importante salvaguardar en lo posible los testimonios del pasado. Muchas veces esas películas familiares y fotos antiguas recogen el modo de vivir en otros tiempos, no muy lejanos aún, pero que pronto sí lo serán.
ResponderEliminarUn saludo.
Ese es precisamente el argumento que esgrimieron los responsables de la Filmoteca Navarra, que también eran muy interesantes al cabo del tiempo todos esos acontecimientos familiares filmados. Saludos
EliminarEstas iniciativas son las que hacen que no se pierdan nuestra historia y nuestras tradiciones. Enhorabuena.
ResponderEliminarun abrazo
fus
También a mí me parece una buena iniciativa. Abrazos
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