Iniciamos nuestra excursión partiendo desde Barbastro hasta llegar a Graus. En esta población, situada al sur de la comarca de Ribagorza Hacemos una parada y nos dirigimos a la Plaza Mayor. Este espacio esta conformado por un pentágono irregular con soportales de arcos de medio punto, ojivales y otros simplemente adintelados. En esta plaza se sitúan varios palacios de estilo renacentista y neoclásico, con pinturas en las fachadas y uno de ellos con un gran alero prominente. En un balcón de ayuntamiento se encuentra un muñeco parecido a nuestro volatín, se trata del Furtaperas, al que la mojiganga condena a dar vueltas. El poco tiempo libre que tenemos lo empleamos en compra algunos de los exquisitos embutidos del lugar.
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El Furtaperas en Graus |
Continuamos viaje remontando el río Isábena que da nombre al valle y en este lugar se ha unido al Ésera. Al paso de Capella hacemos un breve parada para contemplar un magnífico puente románico de nueve ojos, cuyas pilas están reforzadas por tajamanes triangulares en ambos lados hasta el mismo pretil.
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El puente de Capella |
Nuevamente al autobús para proseguir nuestra ruta. Se trata de un valle amplio inicialmente que cada vez se va estrechando más y con sucesivas terrazas. A lo lejos la cumbre calcárea del Turbón se muestra en todo su esplendor. Tras unos kilómetros el autocar se detiene en un estacionamiento amplio a la derecha de la carretera, que aparenta desaparecer en el túnel horadado en la montaña que nos cierra el paso. Es el comienzo del singular Congosto de Obarra.
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El congosto de Obrarra |
Pero no es eso lo que hemos venido a ver, sino el Monasterio de ese mismo nombre. Nos adentramos en una vereda descendente que nos lleva a un puente medieval. La vegetación es de un verde brillante, dorado por los rayos del sol que penetra con fuerza a través del ramaje.
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Puente sobre el río |
Llegamos a un claro carente de arbolado en el que se encuentra el monasterio amenazado por la cercana aguja de la Croqueta.
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El río Isábena |
La iglesia, de estilo románico lombardo, está dedicada a Santa María y tiene planta basilical de tres naves con ábsides de tambor.
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Los tres ábsides |
La cubierta no tiene el habitual tejado a dos aguas, sino que está compuesta por tres tejados diferentes, el central de mayor altura que los laterales.
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El monasterio y detrás la Croqueta |
Pasamos al interior y sorprende su austeridad pétrea. Con el fin de que nos hagamos idea de su excepcional acústica, nuestra guía nos invita a acompañarla en unos cantos gregorianos. Queda sorprendida por nuestra masiva participación en el canto del Pange lingua y posteriormente del Salve Regina. La sonoridad es espectacular, aunque del improvisado coro de voces no pueda decirse lo mismo.
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Interior del templo |
Junto al templo se encuentra el palacio abacial muy deteriorado, un molino que sirve en la actualidad para actividades juveniles y, a corta distancia, la pequeña ermita de San Pablo, del siglo XII, de una sola nave con bóveda de cañón en la que destaca un hermoso crismón sobre el arco de la puerta de entrada.
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Ermita de San Pablo |
Subimos al ómnibus e iniciamos el camino de regreso hacia nuestro punto de partida. A mitad de camino se encuentra Roda de Isábena, población que vamos a visitar y donde va a tener lugar nuestra comida. El caserío está enclavado en una elevada atalaya desde la que se domina el curso del río y un bellísimo paisaje.
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Valle del Isábena desde el mirador del arco |
El autocar nos deja a la entrada del pueblo ya que no puede seguir, y tenemos que continuar a pie. Atravesamos un arco que sirve de mirador sobre el valle. Un rótulo nos indica que se trata del Portal de Santa Ana en el que una imagen, no muy agraciada de esta santa, se esconde tras una pequeña reja. El cartel nos informa también de que nos encontramos a 907 metros de altura sobre el nivel del mar.
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En las calles de Roda de Isábena |
El poblado es bonito y limpio, con casas de piedra escalonadas que ascienden hacia la catedral de San Vicente Mártir, porque Roda de Isábena, con sus sesenta y tres habitantes, es la localidad más pequeña de España que cuenta con una sede catedralicia. Una catedral un tanto extraña debido a las múltiples reformas, transformaciones y añadidos que ha sufrido a lo largo de los siglos desde que la primitiva fue arrasada a principios del siglo XI por Abd-Al-Malik, hijo de Almanzor.
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La catedral desde la plaza |
De la torre actual solamente es original la parte inferior de la misma y procede del inicial planteamiento lombardo. El pórtico del siglo XII, con arco de medio punto y seis arquivoltas abocinadas en degradación, está guarnecido por un porche del siglo XVIII. El edificio de notables proporciones tiene planta basilical de tres naves que se cierran con sendos ábsides de tambor.
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Interior de la catedral y cripta |
Al penetrar en el interior sorprende con la peculiaridad de la cripta descubierta situada en el ábside, casi a la misma altura que la nave central, por lo que el altar se encuentra sobreelevado, seguramente por la dificultad de excavar en la roca. La estructura de esta cripta pasa desapercibida por la belleza del sarcófago situado en el centro de la misma, correspondiente a San Ramón, obispo de ésta diócesis que ordenó construirla. Los arcos que le dan acceso son modernos. A la izquierda de esta cripta se encuentra otra mucho más pequeña con unas bonitas pinturas románicas.
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La cripta central |
A los pies de la nave se encuentran diversos objetos de San Ramón, entre ellos, fragmentos de la silla de tijera del santo obispo, fragmentada tras su robo por Erick "El Belga". Atravesamos el claustro cuadrangular, con un aljibe en el centro, numerosas laudas funerarias en el muro y unos rústicos capiteles con decoración geométrica y vegetales, con alguno de animales.
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El claustro |
Llegamos a la sala del yantar, el antiguo refectorio de los monges, un salón alargado con bóveda de cañón apuntado con tres arcos fajones sustentados por grandes ménsulas en el grosor de los muros. En uno de estos muros se adivinan unas deterioradas pinturas románico-góticas en las que se distingue la escena del descendimiento de la cruz. Degustamos una sencilla y sabrosa comida, regada con un buen somontano, dándome la impresión de formar parte, por unos instantes, de la vida de este viejo templo.
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Paseo por Roda de Isábena |
Damos un ligero paseo por el pueblo antes de tomar de nuevo el autobús que nos llevará de regreso a Barbastro, no sin antes acercarnos al Santuario de Torreciudad. No siento especial curiosidad por esta visita programada, esto quizás sea debido al hecho de que San Josémaría Escrivá de Balaguer no es santo de mi devoción.
Por Andalucía no tuvimos Románico, y siendo un enamorado de él, siempre que veo algo relacionado con esa época me quedo prendado.
ResponderEliminarSaludos Felipe, hay que reconocer que te lo pasas bien con tus viajes.
Bueno, Emilio, vosotros tenéis unas cosa y nosotros otras. Si todo fuese igual, nos aburriríamos, ¿no crees? Un saludo
EliminarPreciosa descripción del valle del Isábena, hay cosas que conocía, otras me acabo de enterar. Pero a estas horas eso de "comprar algunos de los exquisitos embutidos del lugar" me ha hecho buscar en la nevera y he conseguido encontrar la cuerda con la que se ata a los embutidos, otros se me han adelantado.
ResponderEliminarSaludos
Que un aragonés, que tiene su segunda residencia cercana al lugar que estoy describiendo, me diga que lo hago bien, me llena de satisfacción. Tendrás que pensar otro lugar para guardar ciertas viandas. Un saludo
EliminarPara cuando yo sea mayor, me pido poder viajar como tú, hacer fotografías que desmerezcan junto a las tuyas y describirlo todo como tu lo haces. Es como vivirlo, Felipe.
ResponderEliminarUn abrazo
Pero Paco, ¿tú cuándo piensas ser mayor? Hala, que ahora se puede viajar bien, y más con tres piernas. Conociéndote, sé que el resto lo harías mejor que yo. Un fuerte abrazo
EliminarSiempre es agradable ver las fotos tan bonitas y leer los sabios comentarios.
ResponderEliminarTambién es agradable que me hagan cumplidos como los tuyos. Un saludo
EliminarPrecioso paraje, tanto por ese río de Isábena al que hace buena justicia tu fotografía, su puente románico, el hermoso monasterio, el entrañable pueblo y ese hermoso claustro de la iglesia.
ResponderEliminarSin lugar a dudas, bien aprovechado el tiempo.
Gracias por esta excursión, Felipe.
Un abrazo.
Fue una excursión muy completa, con la particularidad de que, entre ida y vuelta, solamente recorrimos alrededor de ciento cincuenta kilómetros. Abrazos
EliminarNo había oído hablar de este lugar. Parece que tuvo un lugar relevante en la historia. El claustro de la Catedral es precioso . Todo el pueblo invita a dar un paseo.
ResponderEliminarSigue viajando y contando.
Un abrazo
efectivamente, pueblos como éste tuvieron sus años de gloria y más tarde fueron relegados y otros ocuparon su lugar. Abrazos
EliminarVaya, cuando estuve aquella zona, de paso y casi sin tiempo, vi Torreciudad. Ya veo que debí elegir otros rumbos.
ResponderEliminarGracias por enseñar esas maravillas del románico.
Un abrazo.
A mi entender no fue muy acertado ese destino. En ese bello lugar "La Obra" hizo una obra no muy acorde con el entorno. Un fuerte abrazo
EliminarSi yo esperaba algo sobre el viaje a Marrucoss pero veo que todavia no toca.
ResponderEliminarMe parece que muy pocos blogueros hacen unas cronicas de viajes tan buenas como las tuyas.
Un abrazo
Todo se andará, Chelo. Me gusta hacer las crónicas un poco máss sosegadamente y no en caliente. Un abrazo
EliminarFelipe, me gustaría formar parte de tu grupo y disfrutar de las diversas salidas conociendo lugares artísticos y de interés. Pero ante la imposibilidad de realizar estos deseos, me sirve de gran valía leerte e informarme de tus buenos y bellos reportajes.
ResponderEliminarManrique, la compañía es buena en estos casos, aunque sea virtual. Gracias por acompañarme y un abrazo
EliminarHombre Felipe, tal como nos describes las cosas, y con tu permiso, voy a solicitar a la Universidad de Las Palmas para que te contraten por un curso académico para Mayores. Seguros que aprenderemos más de la Geografía de España que de lo que nos puedan enseñar nuestros profesores.
ResponderEliminarDesde Gran Canaria un saludo para todos. Ángel
Eres un tanto exagerado, Ángel. Me ves con buenos ojos. Saludos
EliminarExcelente reportaje de esta preciosa zona del Alto Aragon.
ResponderEliminarMe as hecho recordar una coplilla que cantaban hace años por estos lares dice asi:" ya se rien los de Graus de las fiestas de Capela,tambien nosotros nos reiremos cuando les caiga la Peña" un saludo.