Ebro "furo" por El Bocal |
Las nieves y lluvias generalizadas durante los días de la segunda decena del mes de enero han provocado un rápido deshielo y como consecuencia de ello, tal como estaba pronosticado, el desbordamiento de numerosos ríos entre ellos el Ebro a su paso por nuestra Ciudad. Se inició con una especie de ensayo general y el lunes día 21 alcanzó su punto álgido. Se temía que la situación se complicase más todavía, sin embargo la crecida no ha sido tan espectacular como otras anteriores cuando los diques de contención no resistían los embates del agua.
El Paseo del Prado |
¡Ebro baja furo! se dice en Tudela cuando nuestro río discurre tan embravecido como en esos momentos. Y no decimos el Ebro o el río Ebro, sino Ebro a secas. Suprimimos el artículo personificándolo. Es que nuestro río es el vecino y el amigo de toda la vida. Y baja “furo” que, según
De todas
maneras, estas avenidas estacionales nos recuerdan que nuestro río sigue estando vivo y vigoroso
y producen otras “riadas”: las de los curiosos o “aldragueros” (otro
regionalismo) que en todas ellas nos acercamos para observarlas.
El Paseo del Prado comienza a inundarse |
En las crecidas tienen un papel primordial los afluentes de la margen izquierda como Zadorra, Ega, Arga y Aragón por lo que las puntas más elevadas se dan en Castejón y la ribera tudelana, aunque también se ven afectadas las zonas ribereñas hasta Zaragoza. Recordemos el dicho : Ega, Arga y Aragón hacen al Ebro varón.
Paseo del Prado. (Foto: Jesús Marquina) |
Las crecidas del río y su desbordamiento han sido consustanciales a Tudela. Ya en 1515 la hacienda de
La primera crecida documentada de la que tenemos noticias sucedió en febrero de 1643 y fue catastrófica para las ciudades de Tudela y Zaragoza. También fueron importantes las de 1787, 1871, 1874 y 1878. Hay que destacar
la sufrida el 14 de marzo de 1930 en la que el agua alcanzó un gran nivel y su caudal fue de 3.805 metros cúbicos
por segundo.
A partir de 1950 la Confederación Hidrográfica del Ebro viene registrando los datos de las avenidas. De entre ellas he entresacado algunas por su importancia en el punto de observación de Castejón, diecisiete kilómetros aguas arriba de Tudela: En diciembre de 1959, enero de 1981 y abril de 2007 se superaron los 2.200 metros cúbicos por segundo. En Febrero de 1952 y de 1978, diciembre de 1980 y febrero de 2003 pasaron de los 3.000 metros cúbicos por segundo. En noviembre de 1966 llegaron a 4.050 y en la mayor de todas, en enero de 1961, se alcanzaron los 4.950 metros por segundo. El agua cubrió todos los campos haciendo verdaderos estragos dejando incomunicadala Ciudad
quedando empantanados el barrio de la Magdalena y sus aledaños.
Tudela desde Traslapuente con el Ebro creciendo |
A partir de 1950 la Confederación Hidrográfica del Ebro viene registrando los datos de las avenidas. De entre ellas he entresacado algunas por su importancia en el punto de observación de Castejón, diecisiete kilómetros aguas arriba de Tudela: En diciembre de 1959, enero de 1981 y abril de 2007 se superaron los 2.200 metros cúbicos por segundo. En Febrero de 1952 y de 1978, diciembre de 1980 y febrero de 2003 pasaron de los 3.000 metros cúbicos por segundo. En noviembre de 1966 llegaron a 4.050 y en la mayor de todas, en enero de 1961, se alcanzaron los 4.950 metros por segundo. El agua cubrió todos los campos haciendo verdaderos estragos dejando incomunicada
En la calle Verjas comienza a aflorar el agua |
En la de este año, el caudal del río llegó a los 2.235 metros cúbicos por segundo con una altura de 7,46 metros sobre el nivel habitual, si bien actualmente, al paso por nuestra ciudad, se producen menores daños que antiguamente puesto que el río aquí está muy encauzado. La canalización producida por los diques ha sido la causa que ha evitado que las calles de Tudela se aneguen como sucedía antaño. En esta ocasión solamente hemos visto una leve inundación de las calles Verjas y Huerto del Rey.
El Paseo del Prado el día después |
La vieja estampa del pontón de Patolea, que cobraba 40 duros al día por sacar a los vecinos de sus casas, navegando cual góndola veneciana por nuestras calles de San Julián, Verjas, Huerto del Rey, etc. pasó a la historia. Solamente nos queda el recuerdo y algunas fotografías que hicimos cuando estábamos muy lejos de peinar canas.