Después de nuestra visita a la ermita de Nuestra Señora de Eunate nos trasladamos a la cercana Puente la Reina, allí donde los caminos a Santiago se hacen uno solo, según reza un rótulo a la entrada junto a una efigie de Santiago. Nada más bajar de autobús nos topamos con la iglesia del Crucifijo. La fachada sur unida a un edificio anexo mediante un arco o pórtico delimitan claramente la ruta de los peregrinos hacia poniente. Partiendo de esta calle, llamada también del Crucifijo, recorriendo posteriormente la calle Mayor llegaremos hasta el puente que da nombre a esta villa, fundada por Alfonso I El Batallador a principios del siglo XII.
Iglesia del Crucifijo |
La puerta de entrada a la iglesia se guarece bajo este arco-porche añadido en la reforma de la misma, que nos ha dado la bienvenida. Se trata de una puerta apuntada, con seis arquivoltas decoradas mediante ondulaciones, celdillas, volutas vegetales y figuras monstruosas y humanas. Entre ellas descuellan la incitadora figura de una mujer abierta de piernas y de un hombre que muestra burlón, entre las extremidades inferiores desnudas, un enorme pene a modo de trípode. Las columnas lucen abundante decoración en los fustes. Pasamos al interior y me sorprende que solamente consta de dos naves visiblemente distintas.
El Crucifijo da nombre a la iglesia y a la calle |
La primera de ellas, de origen templario, datada en 1146, tiene una bóveda levemente apuntada y un ábside de tambor con un ventanal central. Ha desaparecido el muro norte para edificar en su lugar unos arcos que comunican la nave original con la adosada posteriormente en el siglo XIV con el mismo esquema de la primitiva. En ésta, llama poderosamente la atención, situado en la cabecera, un gran crucifijo de madera policromada con forma de "Y", de origen germánico, que da nombre a la iglesia y a la calle.
La calle Mayor |
Salimos al exterior y continuamos por la calle Mayor hasta llegar a la iglesia de Santiago, guiados por su esbelto campanario octogonal. Románica en origen, ha sufrido tantas modificaciones que que solamente quedan de la original las dos portadas. Trapasamos el atrio y contemplamos la puerta sur. Notablemente abocinada, consta de seis arquivoltas muy decoradas con esculturas en proceso de degradación y de muy difícil interpretación. Se apoyan en cinco pares de columnas con las aristas de las jambas imitando otras de menor grosor en cuya parte superior hay unas pequeñas cabezas. Atrae mi atención la arquivolta más interior con dobelas muy tabajadas que le confieren su morfología polilobulada.
Iglesia de Santiago |
En el interior, espacioso, nada recuerda su origen románico. En el retablo barroco, a un lado, una imagen de San Bartolomé en piedra y, en el lado opuesto, una hornacina vacía donde estaba situada la de Santiago el Mayor llamado "Beltxa" por el color oscuro de su cara debido al hollín que la cubría cuando se encontró. A ambos lados del presbiterio dos jarrones chinos de la dinastía Ming. Antes de salir, me cuelo por el costado de una mampara que oculta la figura de Santiago "Beltxa" en restauración y hago un par de fotos constatando que ha desaparecido el hollín.
Santiago "Beltxa" en restauración |
Ya en el exterior proseguimos hasta el final de la calle donde un torreón con un arco ojival da paso al puente. Desciendo por uno de los costados hacia una zona ajardinada para contemplarlo en toda su extensión. Es un puente románico magnífico, construido un siglo antes que la población, no se sabe con certeza si por la reina Doña Mayor, esposa de Sancho III El Mayor, o por la nuera de éste la reina Estefanía casada con García el de Nájera. Mide ciento diez metros de largo con una calzada de cuatro de ancho.
El magnífico puente románico. |
Está formado por siete arcos de medio punto, uno de ellos oculto bajo el torreón de acceso, apoyado en recias pilastras con tajamares escalonados hasta el nivel de los pequeños vanos que aligeran la obra. Estilizado y elegante es una obra importante, funcional y bellísima de la ingeniería del medioevo. El Arga, que fluye tranquilo entre sus pilares, conforma un espejo natural en que se duplican sus sillares centenarios dando la impresión de que se prolonga invertido hacia el lecho del río.
Arco que da acceso al puente |
Abandono la zona ajardinada, asciendo y paso bajo el arco del torreón recorriendo el puente en toda su longitud. A su término, estacionado en la carretera, nos espera el autocar que nos va a llevar hasta la cercana población de Obanos, donde nos espera un descanso para comer y un pequeño paseo por el pueblo.
Arranque del puente |
Es aquí, en Puente la Reina, donde los peregrinos europeos que habían penetrado en la península por Somport (Huesca) y por Roncesvalles (Navarra) se unían para seguir por una ruta única que los situaría en Santiago de Compostela. Esta villa navarra nació y se desarrolló por y para los peregrinos y es una de las poblaciones del Camino con mayor sabor jacobeo.
A la entrada de Puente la ReinaAñadir leyenda |
Acomodado en mi asiento, mientras veo alejarse la silueta del viejo puente, situado en pleno Camino de Santiago, medito en el privilegio que supone contemplarlo intacto a pesar de los años transcurridos y de los miles y miles de personas que han hecho lo mismo que yo: pisar estas piedras. Piedras que ven y han visto pasar, a lo largo de los siglos, a gentes de las más diversas procedencias con sus preocupaciones, sus desdichas y sus anhelos.
Hola Felipe!!!! Recrearse con las maravillas del románico en el Camino de Santiago es todo un placer. Son muchos años de historia los que avalan estas joyas de la arquitectura. Un beso.
ResponderEliminarYa que no me decido a hacer el Camino a pié, lo voy haciendo de esta otra forma más acorde con los tiempos modernos. Tampoco lo hago en el orden natural sino que voy a saltos y, por supuesto, el románico es un arte que me apasiona. Besos.
EliminarQué maravila de sitio. Me encanta ese puente dibujando sus ojos en el agua.
ResponderEliminarUn abrazo Felipe.
Es un pueblo-camino en que todo te dirige hacia lo principal: el puente para salvar del obstáculo del río. Abrazos
EliminarUn vez mas Felipe, en este caso, nos has hecho participes del privilegio y disfrute de tu detallada estancia en el Camino de Santiago.
ResponderEliminarUn abrazo.
Disfruto viendo todas estas maravillas y disfruto también por partida doble haciéndoos partícipes de ello.
EliminarUn fuerte abrazo
Caminar de tu mano, Felipe, es contemplar, aprender, sentir, saborear...
ResponderEliminarUn abrazo
Son palabras tan amables como las tuyas las que me animan a seguir contando las cosas que me ocurren y se me ocurren. Un abrazo
EliminarEl puente es tan largo, como grande su fama.
ResponderEliminarUn abrazo.
Indudablemente es uno de los puentes más famosos del Camino de Santiago y su fama está justificada. Un abrazo
EliminarFelipe el puente es una maravilla y tus crònicas nos hace recorrer maravillosos parajes. Enhorabuena
ResponderEliminarun abrazo
fus
Es una gozada recorrer en Puente la Reina la ruta que hacían los peregrinos. Un fuerte abrazo
EliminarMe he unido a esa visita, aunque sea virtualmente, y he gozado con ese puente, esas iglesias, esas calles, es decir toda la ruta que nos presentas como un aunténtico guía.
ResponderEliminarPreciosas fotos y reseña.
Besos
Bienvenida a este grupo virtual y me alegro de que la presentación que he hecho de este lugar sea de tu agrado. Besos
EliminarEl Camino de Santiago es algo que siempre quise hacer, sin duda que esta ruta es una de las mejores, excelentes fotos y texto.
ResponderEliminarUn abrazo
También es mi asignatura pendiente y me resisto a desistir de ella, pero cada año que pasa es más costoso.
EliminarUn fuerte abrazo
Buenos días, Felipe. Preciosas fotos las de tu viaje. Me gustan. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Manuel y enhorabuena de nuevo por tu premio. Un saludo
EliminarEs, realmente, un pueblo precioso. Mi padre tiene muy buenos recuerdos de él y, por extensión, le tengo gran cariño: el puente, sus calles... Es un lugar especial.
ResponderEliminarAbrazo!
Es un pueblo muy bonito con unas iglesias preciosas. Saludos
EliminarMe ha gustado tu paseo por Puente la Reina de Gares, ya que hay otro Puente la Reina de Jaca en donde de crio estuve muchas veces a 6 Km de Bailo (Huesca).
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