He salido de la ciudad por el camino que transita entre los I.E.S. Benjamín de Tudela y Valle del Ebro, dejando a mi izquierda las piscinas municipales y los campillos entre los que se encuentra el del C.D. Lourdes. El Moncayo, desparecida su cima en combate con las nubes, ha doblado la cerviz mostrándonos tan solo su falda verdinegra. Dejo atrás la A-68 pasando bajo el puente y tomo el camino que atravesando la vía verde del Tarazonica conduce hacia la finca Las Coronas. Sin llegar a ella abandono esta ruta girando a la izquierda avanzando entre unos campos roturados con las fauces abiertas esperando los gérmenes de la nueva cosecha, otros de alcachofas que tratan de erguirse tras el mazazo de las últimas heladas y alguno de alfarce con un verdor agresivo.
Una nueva encrucijada me impele a hacer un nuevo giro a la derecha revelando una empinada cuesta que me lleva al puente del canal de Lodosa. Lo cruzo y sigo ascendiendo. Al llegar arriba me encuentro con una planicie donde se encuentran dos grandes cribas utilizadas para la selección de los áridos que se extraen en este pedregoso lugar. Un rótulo informa que es un sitio de adiestramiento de perros.
El canal desde uno de los puentes |
Prosigo por una senda no muy bien definida hacia una pista que asciende a un cerro más alto. Unas geométricas pacas de paja componen un gigantesco tetris vegetal junto unos montones de estiércol. Ontinas y sisallos alternando con los cardos borriqueros conforman la flora de este pedregal.
Pacas de paja junto al camino |
Llego a lo alto y me detengo para tomar resuello y contemplar el amplio panorama. Tudela y Fontellas en la hondonada con el Ebro poniendo límites a las Bardenas alineadas como telón de fondo. A mi espalda el Moncayo a medias intuído y los pueblos de Ablitas y Murchante delimitando el aeródromo militar del que acaba de despegar un avión con pintura de camuflaje. El ruido de sus motores rompe el suave ronroneo procedente de la autovía.
El avión militar acaba de despegar |
Abandono la pista que se dirige a una huerta fotovoltáica y sigo por una confusa senda mal delimitada. Me he metido en un berenjenal. Estoy en un vertedero de materiales de construcción. Un nutrido grupo de palets conteniendo ladrillos cara vista, a mi juicio en muy buen estado, incluso tienen intacto el plástico que los envuelve. Trepo como puedo y llego a la cima de la escombrera. Las brillantes cintas de la autopista AP-68 ascienden a una pequeña loma para tomar impulso hacia Zaragoza. Se impone el descenso hasta el camino que discurre a los pies del alcor. Lo hago sin contratiempos. Junto a un montón de cascotes de desecho un letrero anuncia que el Ayuntamiento de Fontellas prohibe verter en este lugar basuras y escombros.
La doble ese de la AP-68 |
Continúo por el camino, dejo a mi derecha las instalaciones del club de tenis Cerro Fontellas, cruzo el puente del canal y tuerzo a la izquierda para emprender el retorno por la orilla del mismo. La andadura ahora es muy cómoda y agradable. La temperatura excelente. Me alejo del canal e inicio el descenso hasta el camino que paralelamente a la autovía se dirige hacia la ciudad.
Volviendo por la orilla del canal |
Cercano ya al barrio de Lourdes me alcanza por detrás, en bicicleta, un compañero de javierada. Charlamos un rato mientras caminamos y quedamos en vernos el próximo día de marcha. Me informa que él acudirá con la bicicleta porque no puede andar. Le comento el dolor que siento en el pie que se va acentuando después de casi tres horas de caminata. Nos despedimos y en un cuarto de hora, bordeando la Torre Monreal, llego a casa donde disfruto de una reparadora ducha antes de comer.
Viendo tu maravilloso paseo, me imagino que tu pie está recuperado. A mí aún la rodilla no me responde como quisiera.
ResponderEliminarEstando entre ladrillos parece mentira que piedan haber tantos parajes desabitadospara pasear y admirar.
Un abrazo y feliz semana Felipe
No Katy, mi pie no está recuperado ni mucho menos, acabé con él muy dolorido de este paseo. Próximamente me van a hacer una radiografía, pero me temo que voy a tener que renunciar a la javierada puesto que no aguando más de tres horas seguidas caminando.
EliminarUn abrazo desde mi mejana
Viendo como caminas echarás de menos estos paseos, serios, no cualquier cosa. Cuídate el pie y no andes mucho, poco a poco se te pondrá bien, te lo digo por experiencia.
ResponderEliminarEnvidio a la gente que le gusta caminar, a mí no, aunque cuando lo hago disfruto como una niña de los parajes.
ResponderEliminarCuídate el pie o vas a tener que ver los paisajes desde la ventanilla del coche.
Un abrazo Felipe.
Que bonita descripcion la que haces de un paseo estival, un abrazo desde Chile,
ResponderEliminarAmiga Carmen, bienvenida a mi mejana. Te hago una pequeña corrección, aquí no se trata de un paseo estival sino invernal.
EliminarUn saludo desde mi mejana
Hola Felipe!!!! Fíjate que antes de leerte he mirado las fotos... y vino a mi cabeza la imagen de las Bardenas Reales... cuando lo leí... ajajáááá!!!! BINGOOOOO!!!!
ResponderEliminarA que es un placer pasear y disfrutar de los paisajes? Recrearse en los detalle que muchas veces nos pasan desapercibidos????? Y después contarnoslo!!!!! Besossssss extremaños!!!!!!
Con cada una de tus escapadas, mejor dicho de tus descripciones, salgo de mí mismo y me veo junto a ti atendiendo cada una de tus explicaciones y tratando de visualizar a lo lejos la nueva indicación que me haces. ¿Tendré la ocasión algún día de que mi sueño se haga realidad? Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarTodo es posible, Paco, todo es posible.
EliminarUn abrazo desde mi mejana
Cada vez que te leo vienen a mi memoria las clases de geografía en donde hablábamos, por ej del Ebro, y con 15 años y a 12.000kilómetros de él no tenía la más remote idea en qué lugar del planeta estaba.
ResponderEliminarMis saludos desde Siempre es primavera
Bonita escapada, disfrutando de ese campo y naturaleza en su misma esencia.
EliminarDescribes esos campos labrados esperando la siembra con todo lujo de destalles que a los de pueblo nos recuerdan nuestra niñez.
besos
No lo tomes como una intromisión, nada más lejos de mi intención, pero con tu cámara nueva y tus ganas no hay quien te detenga, pero cuídate el pie. Tiempo habrá para larguísimas caminatas. Un abrazo amigo.
ResponderEliminar¡¡¡Felipe!!! y eso que tienes el pie mal.
ResponderEliminarLa fotografía de las pacas de paja, es lo que se llama fotografía matemática con tu permiso me la guardo y en algún momento hare una entrada sobre ella y las pondré junto a las que
ya tengo
¿Has pensado en registrar todas las descripciones de las rutas? tal y como está el patio no es ninguna broma
Un abrazo
Felipe, tu descripción me lleva a esas tierras que acompañan al Ebro en su recorrido,a veces áridas y duras y otras cómodas y agradables, es un trayecto, un recorrido que me hace pensar en la metáfora de la vida,como un camino donde se encuentra de todo.
ResponderEliminarEncantada de seguirte por estos caminos y conocer nuevos paisajes.
Un abrazo
Magnífico ese Cerro de Fontellas, que tam bien describes,
ResponderEliminarcomo siempre, dando forma a tu literario relato, con tan bellas fotografías. El Ebro, las Bardenas y El Moncayo sellan el colofón de tus palabras.Hermoso. Un abrazo.
Hola Felipe, bonitas fotos has narrado muy bien tu paseo por tan bellos lugares, te felicito amigo,
ResponderEliminarsigo tu blog es muy alegre e interesante,
saludos, Lola.
Lola, eres bien recibida y gracias por tus amables palabras. Ahora me paso por tu blog.
EliminarUn cordial saludo de bienvenida desde mi mejana
Hola Felipe:
EliminarDe vuelta en Santiago (de Chile), en medio de un agobiante calor, te saludo impregnado de tu peregrinar invernal.
Un abrazo.
Es muy difícil coger un tono de viajero, casi peregrino, para enseñar un lugar y que nos sintamos cómodos, no atacados por las palabras o las imágenes que en estos casos cuesta bastante casar. Me gusta como lo haces aquí, y te seguiré leyendo a modo de literatura viajera hasta que pueda ir visitando esos bellos paisajes.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por tu entrada Felipe, eres un gran reportero. Me encanta como narras tus viajes, y como de aquello que quizá pasase desapercibido para muchas personas, tú encuentras la belleza no sólo con las palabras que utilizas, si no en las fotografías que realizas, y se visita el lugar que comentas con los ojos del alma.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buen paseo!!
ResponderEliminarPerfecta descripción de un paseo, que de manera virtual he seguido a tu lado.
ResponderEliminarEspero que el pie se te cure pronto.