Volvemos a la plaza. La charanga continúa animando el entorno con sus sones pegadizos. Al poco tiempo irrumpe el grupo del zanpanzar haciendo sonar sus enormes cencerros con la cadencia de sus caderas. Seguidamente unas carretas tiradas por caballos y burros con niños luciendo los trajes típicos de caseros norteños; a cierta distancia un pequeño rebaño de ovejas.
A continuación hace su entrada, sentado en una silla elevada sobre unas andas, el atávico personaje. Los portadores lo sitúan en un costado de la plaza y poco tiempo después da comienzo el desfile de padres con sus hijos en brazos para que estos le toquen y reciban caramelos mientras un coro, que acaba de subir al quiosco, entona lo que parece ser la canción del olentzero en la que se percibe claramente las conocidas notas del "uno de enero, dos de febrero..... A Pamplona hemos de ir..."; por lo menos así me lo parece a mí.
La música alegra la noche |
Suena la canción del Olentzero |
Olentzero, Olantzaro u Olentzaro es un personaje mitológico navarro propio de la tradición de la navidad vasca. Se representa como un carbonero grueso y desarrapado, sucio de carbón, amante del buen yantar, fumador en pipa y borrachín. Su origen se sitúa en la zona de Lesaka.
El zampatzar hace sus evoluciones en la plaza |
Es un personaje totalmente extraño a la ribera tudelana, hábilmente impuesto por la Peña Beterri de clara influencia y tendencia vasquista. Dado que se trata de un festejo cuyo fin primordial es el entretenimiento de los niños, los tudelanos nunca le han puesto reparos. Si hemos dado cobijo a los ajenos Papá Noel y Santa Claus ¿cómo no vamos a acoger al Olentzero que, al fin y al cabo, nos viene del norte de nuestra Comunidad?. No obstante, debemos constatar que durante algunos años la indiferencia hacia este acto ha sido manifiesta.
También el caballo tiene su sitio |
Si esta tradición existió alguna vez en nuestra comarca, se ha perdido en la nebulosa de los tiempos. En mi niñez jamás oí hablar de esta figura. Y no a causa de la dictadura franquista puesto que de los carnavales, totalmente prohibidos, se comentaba con naturalidad sino, simplemente, como consecuencia de su desconocimiento.
En Pamplona, donde siempre gozó de gran tradición, nunca fue censurado y se realizó con normalidad hasta que fue politizado por los abertzales radicales. Hoy día este desfile en nuestra capital es un verdadero espectáculo para los niños que disfrutan encantados con el paso de un sinfín de animales y cohabita perfectamente con la cabalgata de Reyes.
Actualmente el personaje del Olentzero encarna al carbonero bonachón que, haciendo regalos a los niños en nochebuena, ha venido a sumarse a Papá Noel, Santa Claus e incluso a los Reyes Magos en este "desinteresado" empleo con contrato temporal.
El Olentzero en la Plaza Nueva |
En Pamplona, donde siempre gozó de gran tradición, nunca fue censurado y se realizó con normalidad hasta que fue politizado por los abertzales radicales. Hoy día este desfile en nuestra capital es un verdadero espectáculo para los niños que disfrutan encantados con el paso de un sinfín de animales y cohabita perfectamente con la cabalgata de Reyes.
Actualmente el personaje del Olentzero encarna al carbonero bonachón que, haciendo regalos a los niños en nochebuena, ha venido a sumarse a Papá Noel, Santa Claus e incluso a los Reyes Magos en este "desinteresado" empleo con contrato temporal.
¡¡Éramos pocos... y la abuela tuvo un desliz!!