El sábado amaneció radiante, incitador a la escapada. Tras unas breves deliberaciones matinales, desechamos una excursión a Portugal por considerar que se trataba de un destino un tanto lejano para hacerlo con un bebé. Aceptamos la sugerencia de mi hijo decidiendo hacer un pequeño recorrido para conocer un puente, un castillo sumergido y el pueblo de Garrovillas donde podríamos comer.
Ni cortos ni perezosos nos ponemos en camino iniciando la salida familiar. Tomamos la N-630 en dirección a Cañaveral. Durante el camino, dejamos a nuestra derecha Casar de Cáceres, cuna de la afamada torta del Casar, continuando por esta carretera llamada de la ruta de la plata hasta llegar al cruce de Garrovillas que obviamos prosiguiendo por la misma carretera que comenzaba a ganar altura. Atravesamos un viaducto sobre el Tajo y a nuestra izquierda observamos la lámina plateada del embalse de Alcántara de la que vemos sobresalir la torre de Floripes. Un cruce lleva a la estación del tren del Río tajo que recorre el pantano en un ferroviario recorrido turístico con cierto encanto.
El puente con su cuatro arcos |
La carretera desciende ahora zigzagueante por las numerosas curvas. Al final del descenso, descubrimos las ruinas de un puente en el lecho seco de la cola del pantano que cruzamos por otro siguiendo la carretera. Abandonamos ésta girando a la izquierda continuando por la que se dirige a Coria hasta situarnos frente a unos restos graníticos, los del puente Mantible o de Alconétar.
Arco y pilastras |
Este puente unía el norte y sur de España por la llamada Ruta de la plata y pudo ser construido según unos historiadores el año 95 a.c. y según otros en el siglo II, reinando los emperadores Trajano o Adriano, por el arquitecto Apolodoro de Damasco. Se trataba de un magnífico puente sobre el Tajo de 12 ojos y 250 metros de largo. Destruido por los árabes en 1222, a lo largo de los tiempos gozó de varios intentos de reconstrucción y sufrió largos periodos de inactividad, cruzándose el río en barcazas hasta que fue sustituido por otro en 1927. Este último solamente duró 42 años ya que fue anegado en 1969 por las aguas del pantano de Alcántara inaugurado por Franco el 7 de julio de 1970.
Uno de los vanos |
Este mismo año los restos del antiguo puente romano, constituidos por cuatro arcos y ocho pilastras, fueron reubicados respecto a su posición de origen en un prado de la cola del embalse para uso ornamental que hoy recorremos y fotografiamos a pié enjuto constatando el bajo nivel de las aguas.
Cercanas las bajas aguas del pantano |
De regreso en dirección a Cáceres, hacemos otra parada junto a la estación del ferrocarril antes mencionado para tomar unas fotos de la misteriosa torre de Floripes emergiendo de las aguas cual pétrea scalibur. Es la torre del homenaje del castillo de Alconétar que , arrebatado por Alfonso IX a los árabes en 1225, estuvo en manos templarias hasta que Alfonso X se lo entregó a su hijo Fernando de la Cerda. En el siglo XV pasó a manos de los duques de Alba y Aliste denominándose de Rocafrida. En ocasiones, cuando el nivel fleático está todavía mas bajo, se puede contemplar su recinto almenado.
La torre de Floripes del Castillo de Alconétar |
Es hora ya de comer. Retornamos a la carretera que nos llevará al cruce de Garrovillas de Alconétar, lugar donde almorzaremos y haremos un minucioso recorrido que narraré en otro momento.
Por ponerte "un pero" en ese magnifico recorrido que nos has narrado, no has hecho comentario alguno sobre esa delicia que se llama "torta del Casar", un gran error por tu parte, deseo que lo soluciones en breves fechas. Ya me estoy relamiendo. Un abrazo.
ResponderEliminarUn muy interesante relato histórico.
ResponderEliminarConocí de paso el puente pero no pude verlo en tuda su amplitud, por lo que te agradezco mucho esas imágenes tan bonitas.
Besos y a disfrutar del domingo
Qué buena excursión. Me ha entrado muchas ganas de hacerla a mí también, aunque me pilla un poco lejos, pero... Un abrazo Felipe.
ResponderEliminarEntre tus excursiones tan bien narradas y las descripciones de los lugares por los que viaja Francisco, me estáis poniendo los dientes para rayar el suelo.
ResponderEliminarUn abrazo.
He hecho el recorrido contigo, y he aprovechado para ir comiéndome un par de tostadas untadas con "Torta del Casar" (excelente queso de oveja extremeño) ya que Emilio Manuel me ha puesto los dientes largos.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola!!! Me has hecho pasar un buen rato pues hace tiempo estuve por ahí, visité Garrovilla y me encantó... sobre todo me impresionó su plaza mayor pues al ser un pueblo pequeño tiene cosas muy interesantes. BESOSSSSSSSSSSSS!!!!
ResponderEliminarMe encanta observar este puente romano de secano y pensar que corría agua abudante para semejante construcción. Lo curioso es que quede alguna piedra todavía. Gracias por traerlo.
ResponderEliminarUn abrazo
Hace tiempo que hice ese recorrido y lo tenía olvidado ahora lo he recordado contigo. Gracias
ResponderEliminarPreciosa caminata que me has descrito. La pondré en mi diario de caminante. Un bico. Sidrina
ResponderEliminarMe has hecho conocer nuevos lugares y con una información muy completa.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
http://ventanadefoto.blogspot.com/
Un lugar precioso para visitar y perderme sacando fotos que es lo que mas me gusta saludos desde Canarias
ResponderEliminarBuen recorrido has hecho por mi tierra.
ResponderEliminarLas fotos de hoy son impresionantes y de paso nos has recordado la historia...Uummm y la torta del Casar.
Conozco muy bien Garrovillas, mi suegra era garrovillana :)) tengo familia allí.
Tiene una plaza que es una maravilla.
Me ha gustado hacer este viaje con vosotros.
Un beso.
Maravilloso, como siempre, este asombroso paseo por tierras extremeñas, y siempre llenas de vida tus impresionantes fotografías. Es un placer viajar contigo, porque se aprende mucho. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Felipe, me deja Chelo tu enlace para que te lea, y ya te tengo como agregado, lo que ocurre es que tengo mi mano derecha inmovilizada por un esguince en la muñeca,ya llevo un mes así( mañana creo que me lo quitan) y escribo sólo con dos dedos de la mano izquierda y tardo mucho tiempo en poner post o dejar comentarios. Pero he llegado a tu espacio y no puedo pasar de él sin dejarte mi más sincera felicitación.
ResponderEliminar¡Amigo, cómo conoces Extremadura, me has llevado de nuevo por esos lugares y estoy en las nubes... es una maravilla tu ruta y como cuentas los lugares visitados, ay, pero si desde Alcántara te das un paseito hasta el pantano de Proserpina que es el que abastecía a Merida por el acueducto de Los Milagros, ya te despachurras, porque si le visitas en verano, puedes alquilar una pequeña barca y bajo sus aguas... está un maravilloso puente romano, bellísimo, inquietante y soberbio desde la majestad de su ubicación y construcción.
Y como dice Emilio, las tortas del Casar, son un manjar de dioses... y el néctar de los quesos.
Un abrazo con mi cariño.
Nuevamente seduces con las excursiones que nos describes mostrando, por si hay dudas, tan bonitas fotos. Beso
ResponderEliminarFelipe, me encanta viajar y lo hago a través de tus relatos.
ResponderEliminarSi quieres viajar por Argentina el cambio hoy te favorece 1$ argentino = 6 euros
Saludos
Antes que nada, Felipe, mis disculpas porque se me ha escapado este relato desde el domingo al miércoles. ¡Eres un maestro!
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