De un tiempo a esta parte la galbana se ha apoderado de mi cuerpo. No sé si es el calor, el cansancio, el dulce placer del relajo o la conjunción de todo ello. Siento la tentación de escribir algo pero me cuesta decidirme a mover mi dedo índice para presionar el interruptor que pone en funcionamiento este "aparatejo" y, abrumado por la pereza, desisto de inmediato cayendo nuevamente en la molicie.
De vez en cuando (más bien de cuando en vez) alguna idea pugna por sobresalir de mi cacumen, mas rápidamente la desecho. Es posible que tenga saturada mi mente, o quizá mi neurona se encuentra todavía de vacaciones, perdida en la frondosidad de los bosques gallegos.
Me he instalado en el huerto sin apenas pegar pique. Justo tratar los olivos y alguna que otra cosica más. Paso el tiempo con mis nietas y con mi nieto que, a sus cuatro meses, ha venido desde la lejana Cáceres a obsequiarme con su sonrisa recién estrenada.
Confío en la transitoriedad de esta situación. Mis miembros abandonarán esta flacidez, la neurona habrá vuelto de su viaje, las ideas fluirán como un torrente, me inundará la facundia y plasmaré con entusiasmo lo que dé de sí mi intelecto. Espero y deseo que no me suceda como en el parto de los montes: "nascetur ridículus mus"
Seguro que pronto recuperas las energías; con este calor no se puede pedir demasiado. Mientras tanto, haces bien en disfrutar de tus nietos.
ResponderEliminarUn abrazo!
Los que te seguimos habitualmente ya sabemos de tu buen hacer. Un poco de paciencia y ánimo. Un abrazo.
ResponderEliminarNo es cuestión de poner a parir a los montes, sino de oponer a pereza diligencia; en todo caso lo más importante es disfrutar de cada momento haciendo o sin hacer. Ahora a disfrutar de esa sonrisa nueva con toda intensidad.
ResponderEliminarFelipe, no te estreses que a nuestros años no es bueno, disfruta de tus nietos, toma notas de lo que hacen que luego son muy productivas para escribir, todo eso sentadito en tu mecedora oteando el horizonte.
ResponderEliminarUn abrazo.
como dice Zamarat, seguro que te recuperas en seguida!
ResponderEliminarFelipe no te preocupes con el calor no se tiene ganas de hacer nada, espera diciembre y serás gánico.
ResponderEliminarmis saludos desde Argentina
Felipe, disfruta de “el placer de no hacer nada”, ah otra cosa son los nietos, esos sí que te insuflan vitalidad, disfruta de todos y en especial el que recientemente te visita con sus cuatro meses.
ResponderEliminarUn abrazo
"sonrisa recién estrenada", qué chulo.
ResponderEliminarMaravilloso blog. Felicidades.
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