Acabo de regresar de Cáceres y todavía perduran en mi recuerdo las imágenes de esta monumental ciudad. A pesar de los grandes desniveles que la caracterizan no resulta excesivamente incómoda. Las distancias no son grandes y el casco histórico está concentrado en un espacio muy delimitado y céntrico.
Deambular con calma por las calles y paseos cercanos a este recinto es una delicia. Tienen vida propia. Comenzamos por la comercial Avenida de España, más bien por el hermosísimo paseo central llamado de Cánovas, en esos momentos muy concurrido y bullicioso a causa de la celebración del día del libro. El sonido de la caída del agua de la fuente apenas se escucha amortiguado por los sonidos originados por la intensa circulación en ambos sentidos desde Virgen de la Montaña a General Primo de Rivera.
Al finalizar este paseo, seguimos por San Antón, dejando a la izquierda el Gran Teatro y accedemos a la zona peatonal comercial de la calle San Pedro. Llegados a la plaza de San Juan, casi nos damos de bruces con una oscura estatua femenina que nos ofrece el diario. Está en el centro como un viandante más. En un costado, la bonita iglesia gótica de San Juan. Las figuras broncíneas de dos nazarenos custodian la puerta mientras observan de reojo a la vendedora de periódicos.
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Paseo de Cánovas |
Continuamos por la calle Pintores. Comercios de todo tipo jalonan ambos lados de la vía que semeja un hervidero humano. Al final la Plaza Mayor recientemente remodelada. Antes de entrar en ella dejamos atrás la callejuela que nos lleva a otra de escaleras llamada Alzapiernas, donde solemos comprar artículos de la zona. Graciosa y exacta la denominación de esta calle.
Entramos en la plaza y, con el Ayuntamiento en nuestra espalda, contemplamos la situación. A la derecha, a una cierta altura, el casco histórico encerrado en su muralla, enfrente de éste casas encaladas con soportales de madera que albergan los numerosos bares y restaurantes en cuyas terrazas se pueden degustar los exquisitos productos ibéricos y los sabrosos quesos extremeños. Otro tanto ocurre al fondo de esta plaza en la que se observa un muy apreciable desnivel.
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Arco de la estrella |
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Torre de Bujaco |
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Junto a la plaza de San Mateo |
Nos dirigimos a las graníticas escaleras del lado derecho y, bordeando la torre almohade de Bujaco, accedemos por el Arco de la Estrella a ese maravilloso conjunto que nos transporta a épocas pasadas. Recorremos el Adarve hacia la concatedral de Santa María. Nos detenemos para admirar además de ésta los numerosos palacios y monumentos: Golfines de arriba y de abajo, Ovando, Torre de las Cigüeñas, casa de los Toledo-Moctezuma, etc. etc.
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Aljibe de San Francisco Javier |
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Casa de las Veletas. Aljibe musulmán |
En la plaza de San Jorge se encuentra la iglesia de nuestro paisano San Francisco Javier y, por una calle lateral, pasamos a conocer el aljibe más grande de la ciudad, construido por los Jesuitas en el siglo XVIII, excavado en la misma roca. La plaza de San Mateo nos conduce a la casa de las veletas, ahora Museo Arqueológico Provincial, donde visitamos su impresionante aljibe de la época musulmana.
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Concatedral de Santa María |
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Un hermoso balcón |
En la calle Ancha están los palacios que ahora constituyen el Parador de Turismo y por ella desembocamos en Puerta de Mérida. Muy cerca, la Casa del Mono nos muestra en su gárgola los signos de su novelesca leyenda. Una imagen pétrea de nuestra patrona Santa Ana, en un arco de la muralla en el adarve que porta su nombre, nos produce un ligero cosquilleo de emoción al recordarnos nuestra tierra.
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Santa Ana en el adarve |
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Pasadizo del adarve de Santa Ana |
Volvemos sobre nuestros pasos y descendemos hasta la Plaza de Conquistadores, también llamada de Colón, y en una terraza nos tomamos una cervecita bien fría que nos alivia el cuerpo. Con el fin de que la bebida no caiga muy honda, la acompañamos con un poco de chorizo y salchichón, ibéricos por supuesto. Reconfortados como Dios manda regresamos a casa
Hace mucho, Felipe, que no he ido a Cáceres, pero tú has venido a refrescarme la memoria con más eficacia que si hubiera tomado en mis manos la Encyclopedia Britannica.
ResponderEliminarFelipe, ha sido un placer recorrer esta hermosa ciudad teniéndote por guía.
ResponderEliminarSaludos
Fantástica Cáceres. Yo también guardo un gran recuerdo. Hicimos noche en nuestre viaje y pudimos disfrutar de ese paseo nocturno.
ResponderEliminarGracias por lluminar mis con estas imágenes estupendas
Me ha gustado mucho tu artículo sobre Cáceres. Me ha traído buenos recuerdos de mi visita allí hace unos cuantos veranos y a la que le dediqué parte de la entrada De Cáceres a Lisboa I, que si te interesa puedes leer. El casco antiguo, desde luego, es una maravilla y está perfectamente conservado. Un abrazo, Felipe.
ResponderEliminarHermosa entrada.
ResponderEliminarPreciosas imágenes y hermoso recorrido, te puedes creer que tengo allí dos primos hermanos y nunca he visitado la ciudad?
ResponderEliminarSiempre nos hemos visto en Madrid.
Hola Felipe, en mi blog de regalos
ResponderEliminarhttp://katy-agradeciendoregalos.blogspot.com/2011/05/regalo-de-ana.html
Te he dejado un obsequio. No es obligatorio recogerlo (aunque me gustaría que lo hicieras)
Es un pequeño detalle en reconocimiento a tu estupendo blog
Un abrazo
Precioso recorrido, Felipe. No conozco Cáceres: e suna de mis asignaturas pendientes. Abrazos!
ResponderEliminarDesde luego, Felipe, interesante paseo tan bien contado y las fotos por si se pasara algún detalle. Guia turística, histórica...para agradecértelo. Un beso
ResponderEliminarPreciosas imágenes y relato de Cáceres. Siempre es una delicia recordar esa bonita ciudad y tú lo has hecho con tu pluma y con tus fotos.
ResponderEliminarBesos
Cáceres , su centro, es lo más monumental y bonito que he visto en mi vida y sus pueblos son maravillosos.
ResponderEliminar¿Habrá ya cerezas en el Valle del Jerte? Un abrazo Lola
Hola Felipe, precioso reportaje y magnífica ilustración. Deberías hacer una guia con tus impresiones, tus relato y tus fotos. Seguro que mejoraría lo que hay que suele ser limitado. Un abrazo
ResponderEliminarTus comentarios y fotografías van demandando el que las conviertas en guía turística que sin duda mejorará lo que existe.
ResponderEliminarUn abrazo
No consigo hacer llegar ningun comentario
ResponderEliminarHola Felipe, soy extremeña y cacereña, en esta ciudad, Càceres realicé parte de mis estudios, la conozco con días de sol, de lluvia, de día, de noche ( donde se palpa su pasado mágico, misterioso, intemporal...) y te puedo asegurar, que tu recorrido por ella es ¡UNA MARAVILLA! que ha acariciado mi alma, cuando he visto tus imágenes, jo, que me has emocionado de veras...
ResponderEliminarGracias por este recorrido que he vuelto a hacer por sus históricos monumentos.
Mis saludos