Llevo unos días enfrascado en el cambio de esta máquina diabólica llamada ordenador. El que he venido utilizando hasta la fecha se había quedado ya obsoleto y tenía que darle a los pedales. Ruidoso cómo él sólo. El técnico que vino a sustituirme hace varios meses el router del ADSL, al percibir el sonido estereofónico que emanaba de semejante aparatejo, me preguntó con toda seriedad:
- ¿Cuánto tarda en despegar?
Imbuido de todo este trajín aun me han quedado ganas para desempolvar el baul de los recuerdos e ir desgranando una a una las computadoras que, a lo largo del tiempo, han pasado por mis manos e incluso he podido encontrar en la red fotografías de estas piezas de museo.
Mi primer ordenador, o de lo que se tratara, fue un DRAGON 32 que fue adquirido para que jugaran mis hijos y de paso el padre. Tenía 32 KAS de memoria. Sí, sí, habéis entendido bien: 32 KAS, no MEGAS, sino KAS; y como monitor una tele de 14” , en blanco y negro por supuesto. Esto sucedía hacia el año 1986.
Dragón 32 |
Un par de años después adquirí un Schneider Euro PC II. Me costó la friolera de 100.000 pesetas de las de entonces. No tenía disco duro sino una disquetera incorporada. Daba la impresión de que yo era un experimentado DJ. Primero el diskette de arranque, luego el de programa y por último el de trabajo. Porque con éste ya hacía mis trabajos en casa para algunas empresas.
Euro PC II. Con este me convertí en DJ |
Lo cambié por un XT 2.86 de 10 megas de disco duro y más tarde por un AT 3.86 de 80 megas, con sistema operativo MS-DOS. Más adelante creo que tuve un 4.86 y luego pasé a un Pentium, heredado de mi hijo, ya con el nuevo sistema operativo Windows 95, al que han ido sucediendo otros al ritmo de los sistemas Windows 98 y XP.
El XT 2.86. El primer modelo con disco duro |
Todos ellos me han dado al comienzo de su vida muchas satisfacciones y al final muy malos ratos y muchos cabreos. La verdad es que tienen una vida muy efímera, no porque se deterioren, sino porque pierden capacidad de trabajo. Los programas cada día devoran más recursos.
Y aquí estoy, utilizando los dos ordenadores a la vez, el nuevo y el viejo, hasta que termine de pasar todo el contenido de uno a otro, peleándome sin tregua ni cuartel con el Windows7. Entre tanto, escucho los gruñidos del que se resiste a fenecer y contemplo la timidez silenciosa del que ha entrado a formar parte de una familia que desconoce. Espero y deseo salir de esta contienda victorioso y limpio de cicatrices.
¡Qué memoria! Yo no me acuerdo ni del que tuve anteriormente.
ResponderEliminarEl mio empieza a quejarse , no se lo que aguantará.
Un saludo
¡Buenísimo! algunos de los que comentas los recuerdo de haber visto por casa, con mi padre primero con mis hijos mayores después. Entrañable...
ResponderEliminarLo que siempre me ha parecido curioso por decirlo finamente es que en una generación pasen tantos modelos de una misma máquina, no es igual con lavadoras ni frigoríficos. Esto de la informática y la evolución del sistema opertivo nos trae de cabeza en un puñado de meses, no siquiera contamos por años. Hacemos historia mientras nos lavamos los dientes. Beso
Recuerdo aquella nochebuena en que la cena se retrasó porque estábamos enfrascados en el Dragon 32..., y a Lirán preguntando cuándo se cenaba en esa casa...
ResponderEliminarLo que cuentas, amigo Felipe, podría ser la historia de cualquiera de nosotros. Recuerdo el primer ordenador ya serio, de 46 megas, que con impresora me costó 300.000 ptas. de la época; o sea tres veces de lo que hoy cuesta uno de varios gigas.
ResponderEliminarMe ha hecho mucha gracia tu post, aunque me imagino que a ti como al resto de compañeros/as, cada vez que teníais que soltar la pasta por la compra de un ordenador maldita gracia haría,hoy se pueden encontrar por casi dos duros de los de antes y no digo nada las impresora, cuyos cartuchos valen 10 veces más.
ResponderEliminarLlegue a trabajar con aquellos ordenadores de pantalla de fósforo verde, aquello si que era el pleistoceno.
No se lo que ha pasado,tenia escrito el comentario y cuando le he dado a publicar, ¡zas! ¡¡error!!, y se borró.
ResponderEliminarTe decia que tu post me ha traido el recuerdo de nuestro primer ordenador casero, un Radio Shack, TRS-80 de 64 K comprado en Éstados Unidos en el año 1978.
Todavía lo tenemos en el museo del sotano que es donde guardamos todas las cosas viejas pero que todavia funcionan y fisicamente, está impecable.
Me ha encantado tu post de hoy Felipe. Vamos a ver si ahora, el comentario se publica sin problemas.
Un fuerte abrazo
Felipe, magnífico recorrido histórico el que nos has hecho.
ResponderEliminarsaludos
La progresión en el desarrollo de este mundo de la informática es geométrica y con una razón grandísima. No sólo los ordenadores, sino las redes de comunicación crecen a una velocidad increíble. Yo me enteré que existía Internet a finales de los noventa, casi en el 2000, hace apenas diez o doce años, y ahora nos da la impresión de haber existido siempre, como pasa con los teléfonos móviles. Algunos menores de veinticinco años –con alguno me ha pasado- son incapaces de creer que el mundo hace nada no conocía estos adelantos.
ResponderEliminarQué disfrutes tu nuevo ordenador y te adaptes bien al Windows 7. Yo ya lo uso desde hace unos meses. Un saludo, Felipe.
¡Ajajá!, son como seres vivos...
ResponderEliminarGuardamos tantos recuerdos en ellos.
Besos Felipe.
Los ordenadores siempre dan la lata. Pero uno se encariña con su viejo aparatejo y todo lo nuevo le repele hasta que se acostumbra.
ResponderEliminarAsí que mientras no despegue, no te deshagas de él. En casa solo hemos tenido dos antes de este y el primero no sé si llegaba a la categoría de ordenador:)
Un abrazo
Felipe, a mi me pasa como a tí los primeros ordenadores no se olvidan. Entré con 18 años a trabajar y me pusieron en el Servicio de Mecanización que era como se llamaba antiguamente "informaica". ¿Y sabes como empecé? ¡Con fichas perforadas! No sé si sabes lo que es pero era la manera de introducir los datos a las grandes computadoras que estaban en Madrid en la Central, allí las procesaban y luego venian los resultados. Ya ves "ya ha llovido". Es hermoso recordar y asombroso ver los avances. Son milagros. Un fuerte abrazo querido amigo.
ResponderEliminarA veces, antes de morir pegan petardos y arrastran latas, se despiden como en fallas. Que lo disfrutes.
ResponderEliminarYo lo acabo de cambiar ahora y créeme, menuda tragedia.
ResponderEliminarA algunos utensilios que utilizamos mucho le tenemos un cariño especial que no se termina con su desaparición.
ResponderEliminarYo creo que porque hemos pasado muy buenos momentos con ellos.
Yo aún recuerdo mi primer coche con muchas anecdotas.
Besos
Pienso que a muchos nos ha venido el "pataleo" al ver que nuestra"herramienta" ha tenido una avería o cumplido ya su etapa.
ResponderEliminarYo no llevo tanto tiempo,en el ordenador como tú, pero a cuenta de esto he pasado alguna noche sin dormir. Muy completa tu descipción de lo sucedido.
Saludos.
Genial esta relación de ordenadores "jubilados", Felipe. Es una pena que su vida sea tan efímera. Abrazo!
ResponderEliminarmadre mia cuanto tiempo que habia viste algo semejante recuerdo buenisimo de los primeros ordenadores que tuvimos madre mia si te contara alguna anecdota
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarMe recuerda mucho mi trayectoria en esto de los ordenatas. Yo empecé allá por el año 82 con un Sinclair ZX-81 de 1Kb de RAM y su correspondiente cassette para cargar los programillas, todavia suena en mis oidos el ruido ensordecedor que hacia al cargar los bits, si es que los cargaba. Saludos
¡Los tiempos adelantan que es una barbaridad! Eso es de una zarzuela? pero es verdad, en un año, todo se queda obsoleto. Un abrazo Lola
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