Días pasados recibí una invitación para asistir a la presentación de número 22 de la revista Conocer Navarra de la que soy suscriptor. Habitualmente no suelo asistir a este tipo de sucesos salvo en contadas ocasiones. Esta ha sido una de ellas. El atractivo para mí radicaba en la visita guiada a la Casa del Almirante, recientemente restaurada por el ayuntamiento de Tudela, lugar donde estaba anunciado este acontecimiento. Sin pensarlo dos veces, confirmé mi asistencia al acto.
Todo esto ya lo conocíamos tras la restauración de la fachada llevada a cabo en 1997 por María Forcada, última propietaria de esta mansión. Esta afamada decoradora tudelana cedió últimamente este palacio al Ayuntamiento de Tudela, quien ha restaurado el interior recientemente con fines culturales.
El patio interior |
La escalera |
La restauración, dirigida por Belén Esparza, ha conservado íntegramente hasta la segunda planta la escalera principal, las maderas originales de techos y cornisas, las puertas y decoraciones de las columnas del sobrio y reducido patio interior de estilo aragonés de esa época. Del resto de las plantas, dedicadas a cocinas y servicios, se ha podido aprovechar muy poco de los elementos originales, a pesar de ello el conjunto resulta muy armónico. Ha quedado un espacio muy digno para exposiciones, presentaciones y otros eventos de este tipo.
Detalle de las puertas de la sala |
La sala principal |
Se ignora qué maestros albañiles la edificaron, sin embargo, se sabe la relación de todos los propietarios que ha tenido a lo largo los años. También se desconoce la causa del apelativo de este palacio. Dicen que el hijo de un señor que fue almirante murió en esta casa, pero dicho almirante no vivió nunca en ella, por lo que es muy probable que no tenga ninguna relación. En el siglo XIX se pintaron unas carabelas en la fachada. Piensan algunos que dado el carácter guasón de los tudelanos, quizá pusiesen “almirante” como apodo en tono jocoso al dueño que ordenó pintar dichas embarcaciones.
Detalle de una columna del patio interior |
Se une este inmueble a la lista de las casas palacios restauradas como espacios vivos que cumplen una gran labor cultural como el palacio de los Huarte, donde se ubican la biblioteca y los archivos municipales; el palacio del Marqués de San Adrián, sede de la UNED ; el palacio de los Veráiz, donde está el Museo de Arte Moderno Muñoz sola; y el Palacio Decanal que acoge el Museo y los Archivos Diocesanos.
Fachada desde la calle Cárcel Vieja |
Todavía queda alguno más en que hacer la correspondiente actuación, pero todo se andará. Las cosas de palacio, nunca mejor dicho, van despacio.
La presentación de la revista, pretexto de mi asistencia, fue un acto breve pero muy ilustrativo. Conocer Navarra es una publicación trimestral dedicada como su mismo nombre indica a potenciar el conocimiento de nuestra comunidad. Sus artículos, fotografía y planteamiento son magníficos. Además tiene una utilidad práctica encomiable a la hora de proyectar un viaje o una simple excursión.
Esta Casa del Almirante es una auténtica joya arquitectónica, algo que está muy fuera de mi alcance y que gracias a ti disfruto y he tenido la sensación de atravesar esa puerta artesonada y subir por esa luminosa escalera. Gracias, Felipe.
ResponderEliminarGracias por presentarnos la Casa del Almirante ¿Para cuándo un artículo tuyo en esa revista? ¿Todavía no se han dado cuenta que tienen en tí, el mejor embajador que pueden encontrar ? Un abrazo
ResponderEliminarLa casa, palacio, mansión es aalgo digno de ver y esas puertas...si a través de tus fotos quedamos admirados, la visita en vivo será de las que perduran en la memoria. Beso
ResponderEliminarHola Felipe. ¿Me podrías decir si la revista que mencionas, Conocer Navarra, la podemos encontrar en internet, o al menos, algún artículo de vez en cuando? Así cuando vaya por ahí ya tendré noticias que ampliar y sitios esbozados a los que ir. Desde Gran Canaria, un saludo, Ángel.
ResponderEliminarPreciosa mansión. Interesante reseña y mucho me gustaría poder visitarla. Nunca se sabe.
ResponderEliminarBesos
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Muy linda casa la del Almirante.
Qué preciosidad de casa! Me han encantado las puertas!! A cada vuelta de la esquina podemos encontrarnos todo un tesoro, como es el caso de esta magnífica casa que nos describes.
ResponderEliminarUn abrazo!
Felipe estupendo reportaje tanto de contenido como fotografias de esta Casa del Almirante. Gracias por compartir esta entrada que si no fuera por ella no la conocia. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarCreo que yo también mehabría apuntado:) Me encantan las casas restauradas y las historias que conllevan sean mentira o verdad. El caso es que la casa es una señora casa. Ha merecido la pena que te la enseñaran y de paso nos la mostraras a nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo y buena semana
Hola Felipe:
ResponderEliminarGracias por haber ido a "la casa del Almirante" en nombre de aquellos que, seguramente, nunca estaremos por allí.
Un abrazo.
thanks
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