La resolución dictada ayer en Pamplona por un jurado popular en la que se absuelve de todos los cargos a la señora que, presuntamente, había causado la muerte a su marido clavándole un cuchillo de cocina, es cuando menos eso: polémica.
No soy juez, ni quiero ser jurado, por tanto no es mi intención emitir ningún juicio sobre los hechos procesales y menos todavía el defender el maltrato. Por otra parte no conozco el tema tan profundamente como para dar una opinión lo suficientemente fundada, pero he leído las 34 preguntas y respuestas del jurado y tengo muchísimas dudas, tantas como las que ha tenido éste, de ahí la escasa diferencia en la votación. Lo han tenido crudo, por este motivo, no seré yo quien se pronuncie sobre el veredicto, simplemente me refiero a los controvertidos comentarios que ha provocado.
Lo cierto es que, la absolución por falta de pruebas de la acusación de la violenta muerte de su marido maltratador, es algo que nos ha dejado a todos sorprendidos, incluida la propia encausada y su familia. A pesar de los probados continuos maltratos.
El que los medios de comunicación hayan tenido que salir al paso aclarando que la celebración de la señora en cuestión y sus hijos no era por la muerte del padre sino por la absolución de la madre, no hace sino confirmar que se estaba dando esa impresión. No digo que fuera así, sino que podía interpretarse de esa manera.
Sorpresa y alegría de la acusada por el fallo del jurado |
Hemos visto a tantos policías, guardas jurados, joyeros, propietarios etc. perseguidos judicialmente porque, obrando en legítima defensa, han herido o dado muerte a un delincuente, que algo en este dictamen hace que chirríe y se nos encienda una luz de alarma.
Ayer mismo, en un espacio televisivo de audiencia nacional, hubo un conocido contertulio que contundentemente dijo: si el marido era un maltratador, como se ha dicho, bien muerto está. Otra persona dejó en el aire la pregunta ¿si el caso fuese al revés, la sentencia hubiera sido la misma? Otro de los presentes añadió: con un juez profesional, ésta no hubiera sido la sentencia.
La perla del primero, que además va de “progre” por la vida, me dejó estupefacto y más aún que nadie le refutara semejante afirmación. Si cualquier víctima puede tomarse la justicia por su mano, salir indemne y después concluir ¡BIEN MUERTO ESTA!, ¿para qué tenemos abolida la pena de muerte en España? Siempre sería preferible (o menos perverso) que fuese la administración de justicia quien decidiese la muerte del delincuente.
El que se susciten dudas sobre si la resolución hubiese sido distinta en caso de que el procesado fuese varón, es así mismo muy preocupante pues denota una gran desconfianza en la equidad de la justicia.
Por último, traer a colación la pertinencia o no del jurado popular, no hace sino avivar el debate sobre su implantación. Yo nunca he tenido un convencimiento claro sobre este asunto. De una parte están las peregrinas sentencias de algunos jueces profesionales, que al parecer no lo son tanto. De otra, la mayoría de los dictámenes populares han sido revisados y/o anulados. Sigo en la misma disyuntiva. Lo que si tengo muy claro, meridianamente diáfano, es que no sería de mi agrado verme en la tesitura de pertenecer a un jurado popular, ni tener que enjuiciar a nadie.
Para más INRI el hecho de ser elegido o nombrado jurado es tan democrático que no es objetable. Como decía mi paisano el humorista Sr. Tomás de la democracia:
-Es el sistema en que cada uno hace lo que quiere.
-¿Y si no quieres?
-Si no quieres, te obligarán.
¿Soluciones? Las desconozco. Quizá me inclinase por los jueces profesionales si los legisladores dejaran menos cabos sueltos al arbitrio de los mismos. Es muy deseable que las leyes sean transparentes, inteligibles para todos, sin vericuetos que propicien fallos tan contradictorios en sumarios semejantes.
No sé por qué, me parece que no están por la labor.
Fotos: Diario de Navarra
Tampoco me gustaría verme en una coyuntura semejante.
ResponderEliminarLa mayor duda me llega cuando uno se entera que según qué tipo de juicio, el encausado prefiere el jurado popular o profesional.
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ResponderEliminarDesde luego no seguí de cerca el caso, pero al menos como tu lo cuentas es llamativo.
ResponderEliminarCómo unas veces es lícito matar otra te enchironan por autodefensa.
La justicia no hay quien la entienda.
Un abrazo
Tampoco quiero ser juez ni jurado. Si la mujer fue maltratada durante años como se probó en el juicio, y harta de estar harta ya se cansó, lo acuchilló y lo mató, os recuerdo el numero de victimas de mujeres en estos años. Creo que el numero de victimas hombre no llegan a 2 o a 3.
ResponderEliminarUn abrazo
Me pasa como a Francisco a mi tampoco me gustaría verme en una situación similar.
ResponderEliminarNo seguí de cerca el caso, pero los jurados populares, por lo poco que conozco me parecen dejan bastante que desear.
Yo pienso que un jurado, sin experiencia en absoluto de las leyes, se basa muchas veces en sus emociones. Esta sentencia es polémica, es verdad, pero si yo soy jurado y veo a unos hijos defendiendo a su madre a capa y espada, no se lo que haría. Creo que para juzgar estos hechos concretos, debería ser un juez con conocimientos el que sentenciara.
ResponderEliminarEso no quita de yo me haya alegrado de esa absolución que dejará vivir a una mujer maltratada ya sin miedo lo que le quede de vida. Un abrazo Lola
Este tema es difícil de ver desde una perspectiva ciudadana. Mi trabajo con delincuentes me hace comprobar algo sabido: Lo legal no siempre es justo. Pero hay que ver que las leyes no pueden ser específicas para cada caso. ¿Se debe modificar desde el primer párrafo el Código Penal? Ojo, se haría también desde otra emoción histórica... No tengo solución. Pero no se puede juzgar el sistema desde cada juicio.
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